Las lecciones sobre defensa que Europa puede aprender de Ucrania

La guerra en Ucrania es un poco como la Primera y la Tercera Guerra Mundial combinadas, según afirma a grandes trazos James Appathurai, subsecretario general adjunto de la OTAN para Innovación, Híbridos y Cibernética.
El experto afirma que, aunque las armas y los tanques que se utilizan en Ucrania son la cara visible del conflicto, al igual que en la Gran Guerra, la clave para la defensa del país es la tecnología moderna. "Esto está permitiendo a los ucranianos valerse por sí mismos de una forma que no cabría esperar", declaró a 'Euronews Next', añadiendo que se trata de una lección vital para Europa, en búsqueda de su autonomía militar.
En un discurso pronunciado el martes en la Real Academia Militar Danesa, la presidenta Ursula von der Leyen afirmó que los países de la Unión Europea deben confiar plenamente en las cadenas europeas de suministro defensivo. Tras su discurso, la Comisión publicó el miércoles el llamado Libro Blanco de la Defensa, que forma parte del plan 'Rearmar Europa' presentado a principios de mes. Este podría suponer una inversión de hasta 800.000 millones de euros en el sector de la defensa del continente en los próximos cuatro años.
El consenso es que la UE tendrá que gastar sabiamente en Defensa, una lección que Ucrania ha aprendido tras tres años de guerra. "Creo que el tipo de guerra que Europa puede tener que librar en el futuro será bastante parecido al de Ucrania", declara Bohdan Sas, cofundador y director comercial de la empresa ucraniana de drones Buntar Aerospace.
Sas declara a 'Euronews Next' que una de las mayores lecciones que deben aprender las empresas europeas de Defensa es poder ver cómo funciona su tecnología en la práctica. "Las empresas que nunca han librado una guerra con sus equipos están definitivamente desfasadas", dice Sas. "Vemos que algunas compañías occidentales, algunas europeas, llegan al campo de batalla ucraniano e inicialmente sus productos son una mierda total".
Sas afirma que parte de la tecnología puede ser "inútil", pero luego las empresas mejoran tras años en investigación en innovación tecnológico-militar. "Pero aún así, lleva mucho tiempo. Creo que el tiempo es muy valioso ahora mismo en política, en economía y también en Defensa. Así que si se puede ganar tiempo y dinero, mejor hacerlo", afirma.
Otra lección clave para Europa es que el dinero debe gastarse estratégicamente. "Si tienes una reserva de equipos muy buenos pero muy caros, se acabarán agotando. Los drones son nuestra forma de responder a un gran adversario", afirma Sas.
Aunque existe la idea errónea de que en Ucrania solo se fabrican drones baratos, Sas afirma que es importante encontrar el equilibrio adecuado entre coste y capacidad. Este experto recomienda el uso de drones más baratos en un primer ataque y luego utilizar armas más caras en una segunda acometida.
Appathurai, de la OTAN, también está de acuerdo en que la velocidad es esencial cuando se trata de tecnología defensiva. "Hay un ciclo de innovación muy, muy rápido, de dos a seis semanas, en el que los ucranianos presentan una innovación, la utilizan y es neutralizada por los rusos, que también están aprendiendo a la misma velocidad", dice.
El largo proceso de adquisición también ralentiza las cosas, dice, refiriéndose a la adquisición de F-35 o Euro Fighters por parte de la OTAN. El experto explica que deben estar en perfecto estado y ser capaces de funcionar en todas las condiciones, lo que significa que se puede tardar siglos en recibirlos y, para cuando llegan, la parte tecnológica está anticuada. "Casi cualquier tecnología innovadora que adquieras se queda obsoleta antes de recibirla. El mayor hueso duro de roer es la adquisición rápida, el aprovisionamiento rápido", afirm Appathurai.
La OTAN está trabajando para poner en marcha un plan de adopción rápida para sus aliados en la cumbre de junio, añade. "Tenemos que movernos mucho, mucho más rápido, es decir, tenemos que ser capaces de adaptarnos rápidamente y entender que no se trata sólo de herramientas, sino de sus efectos", concluye.
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