Los barceloneses temen que la subida del nivel del mar y los temporales se traguen sus queridas playas

Ana García alquila todos los años una cabaña en una playa al norte de Barcelona, donde pasa dos meses en verano con su hija. Pero teme que los veranos junto al mar en Montgat, a unos 30 minutos en coche del centro de Barcelona, estén contados.
Las tormentas y la subida del nivel del mar provocadas por el cambio climático están erosionando las playas artificiales del área metropolitana de Barcelona, y el mar se traga franjas de costa cada año, según las autoridades.
En comparación con las costas naturales, las playas artificiales se erosionan más rápidamente. El litoral de Montgat se ha erosionado con especial rapidez, según los habitantes y las autoridades. "Está claro que es preocupante", afirma García. "Porque está aumentando cada vez más y no muestra signos de detenerse. Nuestra convivencia con el mar aquí está en peligro".
De pueblo pesquero a lugar de veraneo
El pueblo pesquero convertido en lugar de veraneo no es ajeno a los cambios. Antes, la pesca era la principal actividad económica del Maresme, al norte de Barcelona. Todo cambió en 1986, cuando la segunda ciudad más grande de España fue nombrada sede de los Juegos Olímpicos de 1992.
Donde antes sólo había rocas, espigones y finas extensiones de arena, se construyeron varias playas nuevas que contribuyeron a convertir la ciudad en uno de los principales puntos turísticos de Europa. El cambio climático está amenazando esa transformación en pequeñas ciudades costeras como Montgat al intensificar las tormentas que erosionan el litoral e impulsar la subida del nivel del mar.
Aunque las autoridades han respondido reponiendo la arena perdida y construyendo algunos rompeolas, los esfuerzos no han ido a la par de la erosión de la costa. Ramón Torra, gerente del Área Metropolitana de Barcelona, reconoce que no basta con añadir más arena. "Lo que hay que hacer primero no es sólo reponer la arena, sino frenar su pérdida", afirma Torra. "En el caso de la comarca del Maresme, estamos hablando de estructuras como los espigones porque confinan la playa".
¿Cómo erosionan las tormentas el litoral?
Europa es el continente que más rápido se calienta del mundo, con un aumento de las temperaturas dos veces superior a la media mundial desde la década de 1980, según el Servicio de Cambio Climático Copernicus de la Unión Europea. A medida que el planeta se calienta, sube el nivel del mar, en gran parte debido al deshielo de los glaciares y a la expansión térmica del agua del mar a medida que se calienta. Esto aumenta el riesgo de inundaciones costeras y mareas de tempestad que provocan la pérdida de tierras.
En Montgat y las playas cercanas, los principales daños se producen en otoño e invierno, cuando los destructivos sistemas meteorológicos conocidos localmente por las siglas DANA traen potentes tormentas al sur de Europa. Las tormentas han causado estragos en la costa de Montgat en los últimos años. En abril de 2024, un sistema de tormentas trajo olas de hasta 5 metros de altura y dejó partes de Montgat prácticamente sin playa.
Se construyó una línea de rocas a modo de rompeolas después de que las olas alcanzaran una línea de casas en primera línea de playa. El alcalde de Montgat, Andreu Absil, considera que sólo ha sobrevivido un tercio de la playa de hace un año, y subraya su importancia para la población local. "Las playas son el último espacio democrático que nos queda", afirmó Absil. "Y deberían ser para que todos las usáramos y disfrutáramos durante todo el año".
Locales, científicos y empresarios preocupados por el futuro
Las autoridades barcelonesas calculan que se necesitan 60 millones de euros para estabilizar el litoral de los 42 kilómetros de costa de la Barcelona metropolitana, 30 de los cuales son playas como Montgat. A eso hay que añadir los costes anuales de mantenimiento tras los temporales.
Según los científicos, el mayor problema llegará cuando el mar alcance las infraestructuras de la ciudad, como la línea de tren, las viviendas y los comercios. El ritmo de subida del nivel del mar augura más pérdidas, dicen los académicos.
Agustín Sánchez-Arcilla, ingeniero marítimo de la Universidad Politécnica de Cataluña, afirma que las tendencias actuales muestran que el nivel del mar en la costa catalana es hoy cuatro veces más alto que hace tres décadas. Ha subido 14 centímetros en 25 años, y las olas son 30 centímetros más altas de media.
"Así que no necesitamos predecir que se acelerará. Podemos decir que ya se ha multiplicado por cuatro desde los años 90", afirmó, y añadió que cree que ha llegado el momento de adaptarse al clima. Entre esas medidas figuran la construcción de diques, la plantación de vegetación como barrera contra el mar y otras.
Los empresarios locales de la ciudad dependen del turismo estival y se preocupan por lo que pueda ocurrir cuando el mar se trague más arena. Los que vienen año tras año por el marisco fresco y la cerveza fría comparten la preocupación.
José Luís Vélez, jubilado, lleva años acudiendo al mismo chiringuito, habiendo sido testigo de los cambios que sufrió Montgat tras las Olimpiadas del 92, así como de su costa en retirada. "Ha sido estupendo, pero el mar ha empezado a erosionar toda la arena. Y no vemos que la gente haga algo al respecto. Así que creemos que esto podría tener fecha de caducidad", dijo Vélez.