Lo que aprendí tras un fin de semana en completo silencio en la cabaña de un bosque sueco

En octubre, Skåne, al sur de Suecia, lanzó una campaña turística poco habitual. La provincia buscaba viajeros interesados en pasar unos días en una cabaña del bosque. La experiencia se ofrecía de forma gratuita, pero tenía una condición. Los participantes debían mantener todo ruido por debajo de un cierto nivel; cualquier sonido demasiado fuerte supondría el fin inmediato de la estancia.

Visit Skåne lanzó su campaña 'Stay Quiet' como respuesta a la contaminación acústica, Su jefa de proyecto, Josefine Nordgren, lo considera uno de los problemas medioambientales más subestimados de nuestro tiempo.

"Los estudios demuestran que la exposición constante al ruido aumenta el estrés, perturba el sueño y afecta tanto a la salud física como a la salud mental", señala. "La naturaleza, en cambio, tiene efectos reparadores demostrados. Reduce la frecuencia cardíaca, mejora la concentración y ayuda al cuerpo a recuperarse del estrés."

El equipo quiso ofrecer a la gente la oportunidad de experimentar qué ocurre cuando desaparece el ruido cotidiano. "La iniciativa se convirtió en una especie de experimento vivo para ver cómo se sentirían los participantes tras pasar unos días rodeados de naturaleza, sin pantallas, sin distracciones y sin ruido", añade Nordgren.

Visit Skåne también quería mostrar que viajar hoy no implica necesariamente hacer más cosas. "Suecia, y Skåne en particular, ofrece algo cada vez más raro en el mundo, acceso a la verdadera quietud", dice Nordgren. "Queríamos subrayar que el silencio no es vacío, sino un recurso que favorece tanto el bienestar humano como el turismo sostenible."

También señala que en Suecia la naturaleza es de fácil acceso gracias a 'Allemansrätten', un derecho público que permite desplazarse libremente y con respeto por la naturaleza, incluso en terrenos privados.

¿A quién no le gustaría pasar tiempo en una cabaña en el bosque?

Visit Skåne lanzó una convocatoria internacional abierta en octubre y recibió más de 200 solicitudes de 30 países. Se seleccionaron tres parejas de participantes, de Dinamarca, Alemania y Reino Unido. Johanna Holm, del sur de Alemania y estudiante de Magisterio, fue una de las participantes del reto 'Stay Quiet' o 'Permanece en silencio'.

Holm se inscribió con su hermana. "La vida cotidiana puede ser muy rápida y ruidosa, así que pensé que este reto podría devolvernos más a nosotras mismas y a la naturaleza", dice. De niñas pasaban las vacaciones en campings y siguen recorriendo Europa en furgoneta y tienda, así que 'Stay Quiet' era justo el reto que buscaban para aprovechar mejor su tiempo libre.

La única norma real para la estancia en la cabaña era mantener los sonidos por debajo de 45 decibelios, aproximadamente el nivel de una biblioteca o de una oficina silenciosa. Holm afirma que cumplir ese límite no fue demasiado difícil, salvo algunas dificultades de comunicación con su hermana porque tenían que hablar en susurros.

"Para nosotras, guardar silencio en esta parte tranquila de la naturaleza era sencillamente lo correcto", dice. El único ruido realmente alto que quiso hacer fue cuando estaba "tan llena de felicidad pura que habría podido gritarlo para enseñárselo al mundo entero".

Holm asegura que había mucho con lo que mantener a las hermanas ocupadas sin ruido y sin pantallas. Hicieron fuego para cocinar, contemplaron el follaje otoñal y dedicaron tiempo a reflexionar. En la cabaña se ofrecían actividades creativas, como escribir una carta a tu yo del futuro.

"Estuvo lleno de nuevas aventuras y experiencias, como adentrarnos en el bosque en plena noche sin luces, cocinar nuestra comida sobre el fuego, sentirnos tan conectadas con la naturaleza que nos rodeaba y volvernos serenas y descansadas por dentro gracias al silencio", afirma. "Guardar silencio además me hizo sentir tan equilibrada y tranquila, algo que no sentía desde hacía tiempo".

Guardar silencio te permite escuchar tu voz interior

La estancia de Holm fue un éxito tanto para ella como para Visit Skåne. Como explica Nordgren, "la idea nunca fue el silencio estricto, sino la toma de conciencia: entender cómo sus propios sonidos interactúan con los de la naturaleza y cómo se siente la quietud cuando es real".

Holm asegura que quiere replicar la alegría y la tranquilidad que sintió en la cabaña en su día a día. "Me he sentido increíblemente serena, feliz, fortalecida y plena durante esos días en la cabaña, ahora quiero encontrar un lugar así para mí y también para mis amigos y mi familia", señala. "Y, por encima de todo, quiero guardar silencio más a menudo, porque te permite escuchar aún más tu voz interior."