¿Por qué el fútbol se ha vuelto más predecible?
La magia del fútbol siempre ha residido en lo diferente, los regates imposibles, las paradas inexplicables. Sin embargo, en los últimos tiempos cada vez se escuchan más voces que hablan que se están perdiendo. Algunos hablan de la previsibilidad del juego. Las causas son variadas. Desde las físicas hasta las económicas.
La aparición de nuevos actores en los palcos ha permitido a algunos clubes entrar en el selecto grupo de los grandes equipos europeos. Así, equipos que no podían afrontar la contratación de los mejores jugadores se han colado en el Olimpo de los clubes más importantes de Europa, gracias a los nuevos inversores. El último ejemplo es el Newcastle, aunque todavía no llega a la altura de otros equipos de la Premier como el Manchester City
En este orden de cosas, los casos más llamativos son el Manchester City y el PSG. Estos dos son considerados el paradigma de los clubes estado, Se considera como tal a aquel club cuyo recursos económicos proceden de un grupo o empresa propiedad de un país soberano. Aunque el dinero no mete goles, los jugadores que se pueden comprar con él, sí. Y como muestra un botón. De las cuatro últimas finales de Champions, en tres hubo uno de estos considerados clubes estado.
Un estudio realizado por de The Royal Society sobre la previsibilidad del fútbol, a través de un modelo matemático, muestra que en las principales ligas europeas hay una relación directa entre el poderío económico de los clubes con la consecución de más puntos en las competiciones nacionales. Precisamente, el propio informe también ha detectado que el factor casa ha perdido relevancia en la proporción que ha aumentado la importancia económica.
El físico de los futbolistas ha ido evolucionando a lo largo de su historia. En la actualidad sería impensable ver a un jugador con un físico como el de Ferenc Puskas, a pesar de que el húngaro, con su talento, ganó cuatro Copas de Europa, fue cuatro veces máximo goleador en la Liga española e incluso Bota de Plata. Hace casi una década Guardiola ya se refirió a los futbolistas como atletas y no le faltaba razón.
El equipo de Mediacoach de LaLiga avala con datos que en la actualidad la preparación física ha dado un salto: "La preparación ha cambiado en dos aspectos. Por un lado, se está priorizando la intensidad frente al volumen, cada vez se está corriendo más rápido, a mayor intensidad. Las métricas determinantes a nivel de rendimiento condicional son aquellas que miden el rendimiento a altas velocidades, hemos pasado de medir metros a más de 18km/h a +21 y +24 e incluso actualmente está cobrando más importancia el +28, las aceleraciones, la capacidad de repetir esfuerzos…".
Por otro lado, el trabajo de fuerza está siendo esencial como parte fundamental de la prevención de lesiones y de la mejora del futbolista. Además, destacan el trabajo que se está haciendo concretamente en España: "El nivel de los preparadores físicos en España es muy alto. Creo que sin duda estamos liderando el futbol a nivel mundial a la hora de cuantificar y valorar esfuerzos desde el punto de vista cualitativo. Los preparadores físicos españoles trabajan con una serie de variables físicas que se proveen a nivel Liga que no se entregan en prácticamente ninguna competición de este nivel", afirman.
La evolución de los entrenamientos también es una de las razones que algunos esgrimen para justificar que este deporte se está haciendo más previsible. Uno de los motivos puede radicar en los automatismos. En el mundo del fútbol se considera como automatismos una serie de movimientos que se realizan durante los entrenamientos para generar o superar ciertas situaciones de juego durante un partido. El entrenamiento repetitivo de este tipo de acciones permite que los jugadores sepan lo que tienen que hacer si se dan ciertas situaciones de partido. Sin embargo, estos automatismos, para los detractores, suponen una forma de encorsetar o hacer previsible el juego. En Mediacoach de LaLiga entienden esta postura, pero tienen otro prisma que muestra la dimensión positiva de este tipo de entrenamientos. "Este tipo de trabajo en las sesiones de entrenamiento permiten básicamente darle riqueza al juego, seguir evolucionando a nivel táctico y planteando problemas tácticos al cuerpo técnico rival, ayudando a potenciar las características de los jugadores y permitiendo que el rendimiento individual aumente, aumentando así el rendimiento colectivo, ya sea con balón o sin balón", explican.
El automatismo más clásico es de Ricardo La Volpe. Este entrenador argentino fue el primero que trabajó con su plantilla que el mediocentro bajara a ayudar a los centrales para sacar la pelota y evitar la presión alta del rival. Su eficacia y novedad hizo que muchos entrenadores empezaran a practicarlo y en la actualidad cualquier escuela de fútbol base lo utiliza. A raíz del automatismo lavolpiano, otros entrenadores han ido adaptando la salida del balón, pero con la misma idea: una superioridad numérica para atacar y quitarse la presión alta de los rivales. Una de las últimas versiones de este tipo de jugadas es la que utiliza al portero como uno de los tres que se encarga de sacar la pelota. Sin duda, una nueva faceta para los guardametas.
De esta forma, se ve que la figura del portero posiblemente sea la que más ha evolucionado y cada vez es menos previsible. Su figura es la encargada de evitar los goles rivales, si bien, poco a poco, se le ha ido incluyendo en otros aspectos del juego. Tal es así que en Mediacoach analizan que "ahora es muy común ver cómo el portero se utiliza para generar superioridades, es clave para poder sumar y empezar a generar ventajas cuando el equipo rival presiona alto. Más aún con el cambio actual de la regla que permite recibir a los jugadores de campo dentro del área y facilita la salida en corto".