Starmer anuncia la supresión del servicio inglés de salud como parte de su reforma de la Sanidad británica

El primer ministro británico, Keir Starmer, ha anunciado que su Gobierno va a eliminar una parte clave de la burocracia sanitaria del país para volver a ponerla bajo "control democrático". Revisar el Servicio Nacional de Salud (NHS), en dificultades, es una de las principales prioridades internas del Gobierno laborista, y este jueves el primer ministro anunció el cierre de su rama inglesa (NHS England), el organismo que supervisa la prestación de servicios sanitarios en la mayor de las cuatro naciones del Reino Unido.
En una rueda de prensa, Starmer explicó que la decisión de suprimir la entidad obedecía en gran medida a una cuestión de eficiencia, una afirmación que coincide con las recientes informaciones que apuntan a que su Gobierno planea recortar cada vez más el sector público en un esfuerzo por enderezar las finanzas públicas del Reino Unido.
"Entre las razones por las que lo suprimimos está la duplicación. Así que, si pueden creerlo, tenemos un equipo de comunicación en NHS England, un equipo de comunicación en el departamento de Sanidad del Gobierno; tenemos un equipo de estrategia en NHS England, y un equipo de estrategia en el departamento gubernamental", declaró. "Si eliminamos todo eso, que es lo que estamos haciendo hoy, podremos liberar ese dinero para ponerlo donde tiene que estar, que es en primera línea", añadió.
El Gobierno afirma que la medida busca un sistema más ágil
Los medios de comunicación nacionales han informado de que algunos colaboradores laboristas se han referido a la agenda como "proyecto motosierra", aparentemente una referencia a los drásticos y legalmente cuestionables recortes en el poder ejecutivo estadounidense que actualmente supervisa Elon Musk.
El comunicado de prensa del Gobierno que acompañaba al anuncio describía al organismo como la "mayor 'quango' del mundo", utilizando la acuñación británica de "organización no gubernamental cuasi autónoma". En su intervención en la Cámara de los Comunes poco después del anuncio de Starmer, el secretario de Sanidad, Wes Streeting (que ha adoptado medidas agresivas para utilizar la capacidad de la sanidad privada con el fin de aliviar la sobrecarga del NHS) dijo que se tardaría unos dos años en reintegrar las funciones del NHS England en el conjunto del sistema.
"Estas reformas supondrán una parte superior del NHS mucho más ágil, con un ahorro significativo de cientos de millones de libras al año", afirmó. "Ese dinero fluirá hacia la primera línea para reducir más rápidamente los tiempos de espera y aplicar nuestro Plan para el Cambio, eliminando las capas de burocracia y poniendo fin a la infantilización de los líderes de primera línea del NHS".
Crisis de personal y largas listas de espera
En 2012, un programa de reformas radicales y muy controvertidas del sistema sanitario otorgó a NHS England más poder para decidir cómo gastar los aproximadamente 200.000 millones de libras (238.000 millones de euros) del presupuesto sanitario inglés. Pero en los años siguientes, con los salarios del sector público prácticamente estancados, el NHS ha sufrido una explosión de las listas de espera y una crisis de retención y contratación de personal.
Aunque el Gobierno anterior incrementó el gasto sanitario en términos brutos, no cumplió sus propios objetivos de construcción de hospitales y, cuando perdió el poder en las elecciones generales de 2024, no había logrado invertir la tendencia de los tiempos de espera para recibir tratamiento. Durante su declaración ante el Parlamento este jueves, Streeting afirmó que numerosos diputados conservadores le habían confiado que la reorganización de 2012 había sido un error.
Los críticos con la medida apuntan a un mal diagnóstico de los problemas
La profesora Dame Til Wykes, directora de la Escuela de Salud Mental y Ciencias Psicológicas del King's College de Londres, dijo que las reformas anunciadas por Streeting y Starmer no entendían lo que había ido mal en el servicio de salud. "Los problemas del NHS se deben sobre todo a la falta de financiación, no de gestión", dijo en un comunicado este jueves.
"Con la desaparición de NHS England, el Gobierno puede lamentar tener la responsabilidad completa de todos los problemas que surjan: no habrá nadie a quien culpar excepto a ellos mismos", explicó Wykes. "Si la supresión de NHS England significa una mayor implicación del sector privado con ánimo de lucro, los servicios sanitarios pasarán momentos difíciles. Quitar servicios al NHS hace que el NHS sea menos eficiente y que cueste más gestionarlo".
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