"No hay opciones fáciles": Von der Leyen urge a los países de la UE a cubrir el déficit de Ucrania
Ursula von der Leyen ha implorado a los países de la Unión Europea que acuerden antes de diciembre un plan para cubrir las necesidades militares y financieras de Ucrania durante los próximos dos años, estimadas en la asombrosa cifra de 135.700 millones de euros, según una carta enviada este lunes y vista por 'Euronews'.
"Ahora será clave alcanzar rápidamente un compromiso claro sobre cómo garantizar que la financiación necesaria para Ucrania se acuerde en la próxima reunión del Consejo Europeo de diciembre", escribió la presidenta de la Comisión Europea a los 27 líderes. "Está claro que no hay opciones fáciles", añadió en la carta. "Europa no puede permitirse la parálisis, ni por vacilaciones, ni por la búsqueda de soluciones perfectas o sencillas que no existen".
En el documento, Von der Leyen destaca la magnitud "particularmente aguda" de la financiación que necesitará Ucrania en 2026 y 2027: 83.400 millones de euros para financiar el Ejército ucraniano y 55.200 millones para estabilizar la economía y hacer frente al déficit presupuestario.
Su evaluación se basa en estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de las autoridades de Kiev, y parte del supuesto de que la guerra a gran escala de Rusia terminará a finales de 2026, aunque esto no es en absoluto seguro. El alto el fuego, considerado una condición previa para un acuerdo de paz, sigue siendo difícil de alcanzar.
La carta detalla las tres opciones principales para apoyar a Ucrania:
- 90.000 millones de euros en contribuciones bilaterales de los Estados miembros. La ayuda se desembolsaría como subvención a fondo perdido y se imputaría al presupuesto nacional de cada Estado miembro, incluido el pago de los intereses correspondientes.
- 90.000 millones de euros en deuda conjunta. Los intereses tendrían que cubrirse con garantías nacionales o con el presupuesto común del bloque. La modificación de la legislación presupuestaria requeriría la aprobación unánime, una tarea difícil dada la oposición de Hungría a financiar a Ucrania.
- 140.000 millones de euros en un préstamo de reparaciones basado en los activos inmovilizados de Rusia. Se pediría a Kiev que devolviera el préstamo sólo después de que Moscú aceptara compensar los daños.
Las dos primeras opciones, señala, aumentarían la carga fiscal, ya que la ayuda financiera provendría de una contribución directa en efectivo de un Estado miembro o de dinero fresco recaudado en los mercados.
La tercera opción, el préstamo de reparaciones, evita este escenario ya que no generaría gastos adicionales, no emitiría nueva deuda ni afectaría a las tesorerías nacionales.
En cambio, utilizaría los saldos de efectivo generados por los activos inmovilizados del Banco Central de Rusia. Alrededor de 185.000 millones de euros se encuentran en Euroclear, un depósito central de valores con sede en Bruselas, mientras que 25.000 millones de euros están depositados en bancos comerciales de otros países de la UE. En su carta, Von der Leyen abre la posibilidad de utilizar la totalidad de estos fondos.
Preocupación belga ante la crucial cumbre de diciembre
Sin embargo, la atención se centra en Bélgica, sede de Euroclear y principal bastión de oposición al proyecto. Von der Leyen se reunió el viernes pasado con el primer ministro belga, Bart De Wever, para avanzar en las conversaciones, que hasta ahora han arrojado progresos limitados.
Entre otras cosas, el Gobierno belga ha exigido la máxima seguridad jurídica y el reparto de la carga para contrarrestar a Rusia, por si Moscú decidiera demandar en virtud de un tratado de inversión de 1989, que prevé el arbitraje en caso de disputa entre ambos. En su carta, Von der Leyen sugiere que Bélgica se retire del tratado bilateral para mitigar la posibilidad de represalias.
Von der Leyen recomienda modificar las reglas de unanimidad que rigen la renovación de las sanciones cada seis meses para garantizar que permanezcan en pie durante más tiempo. Un intento anterior de cambiar las reglas de votación se vio frustrado por Hungría.
Aunque se implementaran todas las salvaguardias técnicas, Von der Leyen reconoce que seguirían existiendo riesgos y que la propuesta podría ser "percibida erróneamente como una confiscación", lo cual está prohibido por el derecho internacional.
"Dado que esta opción supondría una solución innovadora desde el punto de vista financiero y jurídico, no se pueden descartar posibles repercusiones, incluso para los mercados financieros", afirma Von der Leyen. "Sería necesario un esfuerzo conjunto de la Unión y, posiblemente, de sus socios internacionales, para contrarrestar dicha percepción (de confiscación)".
La presidenta de la Comisión concluye su carta señalando que las tres opciones que presenta "no son mutuamente excluyentes" y "pueden combinarse o secuenciarse" para garantizar que Ucrania reciba una nueva inyección de ayuda para el segundo trimestre de 2026. Si el debate político sobre el préstamo de reparaciones se prolonga, las dos primeras opciones podrían utilizarse como "soluciones transitorias" para evitar una interrupción repentina.
La carta también indica que diciembre debe considerarse como fecha límite. Ninguna de las opciones es fácil, escribe Von der Leyen, pero es necesario tomar una decisión rápidamente. Los líderes de la UE se reunirán en Bruselas los días 18 y 19 de diciembre para su última reunión del año.