La huelga en Portugal no termina de acabar: persisten los servicios mínimos el viernes
La huelga general ha terminado, pero este viernes aún podrían producirse restricciones, con una huelga de funcionarios convocada por el Sindicato Independiente de Trabajadores de Organismos Públicos y de Apoyo Social (Sitopas) y el Sindicato Democrático de Enfermeros de Portugal (Sindepor).
Se restringirán hospitales, escuelas, oficinas de hacienda, servicios de la seguridad social y otros servicios municipalizados, como la recogida de basuras. Sitopas se opone a la modificación de la legislación laboral, que considera un "ataque sin precedentes a las condiciones laborales de los trabajadores y sus familias, recortando muchos derechos y perjudicando la actividad sindical".
El sindicato critica el nuevo pacto y acusa al Gobierno de contribuir al "agravamiento de la precariedad", la "liberalización del despido" y el recorte de los derechos de los padres. Entre las reivindicaciones planteadas están la actualización de la ayuda de comedor a 9 euros/día; subidas salariales y la creación de una carrera profesional para los auxiliares educativos; subidas salariales para los trabajadores de las carreras de auxiliares técnicos y técnicos superiores; y la reducción de la edad de jubilación a 62 años y 36 de descuento.
El sindicato de enfermeros, Sindepor, anunció una huelga nacional para este viernes, a partir de las 08:00 y hasta las 00:00, "en la península y las islas", según informó en un comunicado. Los profesionales de la salud están en contra de la revisión de la legislación laboral y para presionar al gobierno a responder a las demandas de la clase, a saber, la resolución del estancamiento de meses en las negociaciones del convenio colectivo de trabajo.
También piden que el Gobierno de Luís Montenegro "reconozca la enfermería como una profesión de riesgo y de desgaste rápido". Entre las medidas impugnadas por el sindicato se encuentran también la introducción del complemento de horas y la adaptabilidad.
El Sindicato de Trabajadores de Hacienda (STI) no se sumó a la huelga general de ayer, "porque no se tuvieron en cuenta nuestras especificidades, en particular en lo que respecta a las carreras especiales de inspección", reza un comunicado, pero ha convocado una reunión para hoy, por lo que es probable que algunas oficinas de Hacienda permanezcan cerradas este viernes. El transporte público no debería verse afectado por el paro.
Más de tres millones de paros
La huelga general del 11 de diciembre paralizó el país, con efectos en sectores como el transporte, la educación y la sanidad. La CGTP calcula que más de tres millones de personas secundaron la huelga.
Miles de alumnos se quedaron sin clase, principalmente por la ausencia de auxiliares docentes; se cancelaron cientos de vuelos en los aeropuertos de Lisboa, Oporto y Faro; se cerraron decenas de servicios de recogida de basuras; también hubo interrupciones en los transportes, destacando el paro del 100% en Transportes Coletivos do Barreiro, los talleres Carris y el Metro de Lisboa, y los hospitales públicos registraron una adhesión a la huelga superior al 90%.
La jornada terminó con disturbios frente a la Asamblea de la República. Tras el fin de la manifestación pacífica de los sindicatos, un grupo de unas 200 a 300 personas permaneció en el lugar e inició pequeños actos vandálicos, como prender fuego a cubos de basura y lanzar botellas de vidrio a la escalera, donde había un cordón policial y miembros del cuerpo de bomberos.
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