Visibilidad, cadena de suministro e innovación: Qué piden a Europa los ejecutivos de Defensa
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La industria europea de Defensa está dispuesta a aumentar su producción para proteger el Viejo Continente, pero necesita que los gobiernos sean más rápidos e inteligentes en sus prácticas de adquisición para hacer frente a posibles problemas de escasez, según declararon a 'Euronews' altos ejecutivos de Kongsberg.
La Unión Europea (UE) se halla inmersa en un profundo replanteamiento de su estrategia defensiva, y sus dirigentes estudian cómo inyectar los 500.000 millones de euros que el bloque necesita en la próxima década para mejorar sus capacidades militares y colmar las lagunas que el conflicto de Ucrania ha dejado al descubierto. Los países vecinos y aliados, entre ellos el Reino Unido y Noruega, están haciendo lo mismo.
Entre las capacidades que los líderes de la UE han puesto repetidamente a la cabeza de sus listas de deseos se encuentran los sistemas de defensa aérea y la munición, que el fracaso del bloque a la hora de cumplir su promesa del año pasado de entregar un millón de cartuchos a Ucrania en un plazo de 12 meses hizo aún más urgente.
Eirik Lie, presidente de Kongsberg Defence & Aerospace AS, declaró a 'Euronews' en una entrevista en los márgenes de la Conferencia de Seguridad de Múnich: "No somos el factor limitante en la producción de sistemas de defensa aérea". "Podemos producir dos baterías NASAMS al mes, así que ese no es el problema. El problema es disponer de los artículos de largo plazo y de la cadena de suministro que los suministre", añadió.
La empresa noruega, que produce dos tipos diferentes de sistemas de defensa antiaérea, incluido el NASAMS, así como misiles de ataque entre otras capacidades, registró unos ingresos de explotación de 4.350 millones de euros en 2024, un 20% más que el año anterior, y terminó el año con una cartera de pedidos récord por valor de 11.390 millones de euros.
Según una clasificación de empresas mundiales de defensa publicada por el SIPRI en 2023, ocupa el puesto 80 del mundo en términos de ingresos. En 2024, firmó contratos de adquisición de sistemas de defensa aérea con España, Lituania y Países Bajos, entre otros países.
Retos a los que se enfrenta el sector
Según Lie, Kongsberg puede necesitar hasta un año para conseguir algunos de los componentes más sofisticados de estos sistemas, lo que significa que cuanto antes sepa la empresa de defensa que va a firmar un contrato, mejor. Noruega y EE.UU. son algunos de los países que han pedido artículos meses antes de cerrar el contrato de adquisición, lo que permite a las empresas hacer los pedidos con antelación y reducir así el plazo de entrega del producto final.
"Creo que es una cuestión de contratación, es una cuestión de acelerar el proceso de adquisición", dijo Lie, instando a los gobiernos a simplificar el proceso de adquisición, agregar las adquisiciones para que los pedidos no lleguen a cuentagotas, y dar a las empresas "visibilidad a largo plazo". Esta visibilidad también es necesaria para ayudar a las empresas más pequeñas de la cadena de suministro (que podrían tener dificultades para acceder a la financiación) a aumentar su producción para satisfacer la demanda.
Otro reto al que se enfrenta la industria, según Lie, es la necesidad de diversificar las fuentes de suministro. La alianza militar de la OTAN publicó en diciembre de 2024 una lista de 12 materias primas críticas para la industria de Defensa, entre las que se incluyen el aluminio, el grafito, el galio, el germanio y el litio.
China controla una parte significativa de la extracción y procesamiento mundial de algunos de estos materiales, como el litio, el galio y el germanio. En 2024, el país anunció el control de las exportaciones de estos dos últimos, prohibiendo incluso los envíos a EE.UU. a finales de año. La reducción del acceso a estas materias primas críticas y a algunos componentes electrónicos no es actualmente un problema, según Lie, pero sí supone "un riesgo para el futuro".
"No esperamos que eso ocurra en un futuro próximo, pero tenemos que estar seguros, tener los ojos abiertos para ver si se produce alguna interrupción en ese ámbito", declaró a 'Euronews'.
Por último, hay que dar a las empresas europeas los medios para innovar más, y un área en la que el Viejo Continente puede diferenciarse es aprovechando mejor la tecnología civil, dijo a 'Euronews' Geir Håøy, presidente y director general de Kongsberg. "Tenemos que utilizar la tecnología disponible en el mercado y luego militarizarla según las necesidades. De ese modo se puede acelerar y abaratar el coste", añadió, argumentando que también ayudaría a estandarizar tecnologías y sistemas, algo que los aliados han señalado como un objetivo clave.
Pero otra área en la que Europa no puede perder la pelota es en la autonomía, es decir, la tecnología no tripulada y la inteligencia artificial (IA) mediante el uso de conjuntos de datos para ayudar a las tropas a agilizar el proceso de toma de decisiones. "Creo que eso va a cambiar el campo de batalla en el futuro", dijo Håøy.
La Comisión Europea publicará su esperado Libro Blanco sobre Defensa el 19 de marzo. El documento detallará en qué cree el Ejecutivo de la UE que debe invertir el bloque en términos de capacidades y cómo debe financiarlo. Se espera que los líderes tomen decisiones en una cumbre a finales de junio.
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