Portugal restringe el uso de medicamentos para la pérdida de peso para evitar abusos

A partir de este viernes, en Portugal, solo los médicos de cuatro especialidades podrán recetar sensores de glucosa y medicamentos como Ozempic, Wegovy y Mounjaro, medicamentos de la clase terapéutica de los análogos de GLP 1 (semaglutida, dulaglutida, liraglutida y exenatida), usados para tratar dolencias como la obesidad y la diabetes tipo 2.
Entre estos inyectables se encuentran fármacos muy demandados para tratar la obesidad y la pérdida de peso, lo que ha provocado problemas de abastecimiento en el mercado. Las cuatro especialidades autorizadas a recetarlos son: medicina interna, endocrinología y nutrición, pediatría y medicina general y de familia.
Ozempic (Novo Nordisk) sólo está aprobado en Portugal para tratar la diabetes de tipo 2, pero es muy popular para perder peso. Mounjaro (Eli Lilly) y Wegoxy (Novo Nordisk) están aprobados tanto para la diabetes como para la obesidad. En los cuatro primeros meses de 2025, los consumidores portugueses gastaron unos 21 millones de euros en estos medicamentos.
Los sensores de glucosa también han sido muy demandados por los no diabéticos, lo que ha provocado una escasez de estos medicamentos en las farmacias. Según informa el diario 'Público', son muy solicitados por personas que hacen dieta, como deportistas, influencers, e incluso se utilizan en animales.
La nueva legislación, publicada en abril, el Ministerio de Sanidad hablaba de "recientes denuncias de acceso y uso indebido de estos mismos recursos, que han puesto en peligro su disponibilidad para quienes realmente las necesitan".
"Este decreto pretende regular y corregir estas distorsiones, promoviendo el acceso efectivo y adecuado a estas herramientas sanitarias esenciales", explica el Ministerio de Sanidad portugués.
El presidente de la Sociedad Portuguesa de Diabetología,** João Raposo, alaba la medida, pero afirma que llega tarde y puede no resolver el problema del difícil acceso a estos medicamentos.
"Estamos esperando a ver si [la medida] simplifica o facilita el acceso", afirmó Raposo, en declaraciones a la agencia de noticias 'Lusa'. "Personalmente tengo algunas dudas, porque tengo la idea de que el número de prescripciones fuera de estas especialidades no es significativo".
El especialista sostuvo, además, que los diabéticos y los médicos no se oponen a que estos fármacos se utilicen para tratar la obesidad, pero reconoció que hay "prescripciones anómalas y falta de seguimiento de estas personas".
"La salud no puede estar sometida a las leyes del mercado, porque sabemos que es muy tentador para una población que busca desesperadamente soluciones. El mercado se impuso y no deberíamos haberlo permitido", añadió.
Los medicamentos de clase GLP 1 son reembolsados por el Estado portugués en un 90%. El reembolso de los sensores puede llegar al 85%. Además de las recetas, también hay una gran demanda de estos medicamentos en el mercado negro, lo que puede acarrear problemas de falsificación de recetas.
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