¿Qué es la fiebre de Lassa que se cree que está detrás de la muerte de una mujer estadounidense?

Los funcionarios de salud estadounidenses se encuentra investigando la muerte de un residente de Iowa como un caso sospechoso de fiebre de Lassa, una peligrosa enfermedad viral endémica en partes de África occidental pero rara vez vista en Estados Unidos o Europa.

El paciente regresó a Estados Unidos desde África occidental a principios de este mes, pero no se enfermó durante el viaje, por lo que el riesgo para los demás pasajeros de la aerolínea es "extremadamente bajo", dijeron funcionarios de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos. El paciente, que murió el lunes, había sido hospitalizado y puesto en aislamiento y las pruebas mostraron que presuntamente era positivo en la fiebre de Lassa.

De confirmarse los resultados, sería el noveno caso conocido de fiebre de Lassa desde 1969 en viajeros que regresan a EE.UU. desde zonas donde se encuentra la enfermedad. También es raro en Europa: ha habido ocho casos de fiebre de Lassa durante la última década y casi todos ellos fueron importados del extranjero.

El más reciente tuvo lugar en Francia en mayo. Los pacientes no son sospechosos de portar la enfermedad hasta que muestran síntomas, y los CDC de EE.UU. están ayudando a los funcionarios de salud de Iowa a identificar a las personas que tuvieron contacto con el paciente después de ese momento.

¿Cuáles son los síntomas de la fiebre de Lassa?

Los síntomas suelen ser leves e incluyen fiebre, fatiga y dolor de cabeza. Algunas personas pueden desarrollar vómitos, dificultad para respirar, hinchazón facial y dolor en la espalda, el pecho o el estómago.

Las personas identificadas como contactos cercanos del paciente de Iowa serán observadas y monitoreadas durante 21 días. Los funcionarios de salud estatales y locales están trabajando para saber cómo se infectó el paciente, aunque la información preliminar sugiere que el paciente tuvo contacto con roedores en África occidental.

El virus es transportado por roedores y se transmite a los humanos a través del contacto con la orina o las heces de animales infectados. En casos muy extraños, puede transmitirse entre personas por contacto directo con la sangre o fluidos corporales de una persona enferma, a través de membranas mucosas o por contacto sexual. Cada año se producen entre 100.000 y 300.000 casos de fiebre de Lassa y unas 5.000 muertes en África occidental.