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Hablar más de un idioma puede ayudar a frenar el envejecimiento

• Nov 11, 2025, 5:00 AM
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Hablar varios idiomas siempre ha sido enriquecedor en lo social y en lo cultural, pero un nuevo estudio ha desvelado otro beneficio inesperado, podría ayudarnos a vivir más tiempo.

Al analizar datos de encuestas de más de 80.000 personas de 51 a 90 años de 27 países europeos, los investigadores examinaron si el ritmo al que envejecían era más rápido o más lento de lo esperado en función de su salud y su estilo de vida.

Las conclusiones, publicadas en la revista 'Nature', señalan que quienes solo podían hablar un idioma tenían más probabilidades de experimentar envejecimiento acelerado, es decir, que su edad biológica sea superior a la cronológica, lo que los sitúa en mayor riesgo de enfermedades asociadas a la edad. En cambio, los europeos multilingües tenían, de media, la mitad de probabilidades de sufrir envejecimiento acelerado.

Los resultados también mostraron un efecto dosis-respuesta, de modo que, por cada idioma adicional, el envejecimiento se retrasaba más con el tiempo, pese a las diferencias sociales, ambientales o políticas entre ellos. "Cada idioma adicional proporcionó una protección medible", afirmó Agustin Ibanez, coautor del estudio y neurocientífico en el Trinity College Dublin, a 'Euronews Health'.

"Es una señal contundente de que la actividad mental cotidiana, como usar varios idiomas, puede influir en el ritmo biológico del envejecimiento", añadió. Si bien estudios anteriores han vinculado el bilingüismo a un envejecimiento más lento, trabajaron con grupos más pequeños y se centraron en el deterioro cognitivo.

Al recurrir a datos a escala poblacional, el nuevo trabajo ofrece una visión mucho más amplia de cómo el multilingüismo puede beneficiar la salud general y el envejecimiento, apuntó Ibanez.

"Hablar varias lenguas ejercita de manera continua múltiples sistemas. Obliga a gestionar la atención, inhibir interferencias y alternar entre reglas lingüísticas, todo lo cual refuerza las redes que tienden a debilitarse con la edad", dijo. Ibanez añadió que esto también conlleva beneficios emocionales, pues fortalece la vida social y el sentido de identidad y, con ello, la salud y el bienestar.

"El multilingüismo también mejora la conexión social, el sentimiento de pertenencia cultural y quizá la regulación emocional. Estas experiencias reducen el estrés y favorecen la salud cardiovascular, metabólica e inmunitaria. Por tanto, el mecanismo probablemente sea de varias capas, con factores biológicos, neuronales, cognitivos y sociales que actúan conjuntamente para reforzar la resiliencia".

¿Dónde hay más multilingüismo en Europa?

En torno al 75 % de los adultos en edad de trabajar en la Unión Europea puede hablar más de un idioma, según datos comunitarios. Aunque los países nórdicos suelen ocupar los primeros puestos en bilingüismo, el sur de Europa sale peor parado.

Mientras tanto, en el Reino Unido el aprendizaje de lenguas extranjeras ha sufrido un fuerte retroceso en los últimos años. En 2024, solo el 2,97 % de los A-levels, los principales exámenes de bachillerato en el Reino Unido, correspondió a lenguas extranjeras modernas, según un informe del Higher Education Policy Institute.

Ibanez confía en que su estudio anime a ampliar la educación multilingüe para personas de todas las edades, no solo por los posibles beneficios para la salud, sino también por los sociales, especialmente teniendo en cuenta que la soledad y el aislamiento son problemas muy extendidos.

"En las escuelas, fomentar una exposición temprana y sostenida a los idiomas puede construir una resiliencia cognitiva y emocional a largo plazo", dijo. "En la educación de adultos y en los programas comunitarios, apoyar el bilingüismo puede promover la inclusión, la creatividad y el bienestar".

Desde la salud pública, aprender idiomas también podría convertirse en una estrategia importante y rentable para ayudar a prevenir ciertas afecciones asociadas a la edad. "Los sistemas sanitarios reconocen cada vez más que los factores sociales y culturales influyen en el envejecimiento, y el idioma debe formar parte de esa conversación", señaló Ibanez. "Nuestros resultados sugieren que el aprendizaje de idiomas es a la vez cultural y biomédico".