Dimite Tavares, responsable de la apuesta por el coche eléctrico de Stellantis
Dimite Carlos Tavares, consejero delegado de Stellantis, y uno de los principales artífices de la fusión entre FCA (fusión a su vez del grupo Fiat y Chrysler) y la francesa PSA (con marcas como Peugeot, Citroën y desde hace poco también con Opel). Tavares deja su cargo desde el 1 de diciembre de 2024, poniendo fin a un mandato de casi cuatro años en una época turbulenta para el fabricante de automóviles.
Su salida, dos meses después de que un aviso de beneficios redujera en casi un 50% el valor de mercado de Stellantis, refleja las dificultades a las que se enfrentan los fabricantes de automóviles en la transición al coche eléctrico.
Tras la dimisión de Tavares, las acciones de Stellantis cayeron más de un 7% durante las primeras horas de la mañana en Europa, ya que los inversores reaccionaron con evidente preocupación por el vacío de liderazgo y la incertidumbre en torno a la estrategia futura del fabricante de automóviles.
Objetivos ambiciosos, resultados decepcionantes
Tavares defendió la inversión de 50.000 millones de euros de Stellantis en el vehículo eléctrico, con el objetivo de alcanzar el 100% de ventas de vehículos eléctricos de batería en Europa para 2030.
Sin embargo, las ventas no cumplieron las expectativas. Según el último informe de EV Tracker de Bank of America, Stellantis vendió 173.400 vehículos eléctricos de batería en el primer semestre de 2023, cifra que descendió a 157.700 en el primer semestre de 2024, un descenso interanual del 9%. Esta caída coincidió con la pérdida de terreno de Stellantis en el mercado mundial del coche eléctrico.
La cuota de mercado mundial de Stellantis en el segmento del coche eléctrico cayó al 3,5% en el primer semestre de 2024, frente al 5,3% del primer semestre de 2023, ya que los fabricantes chinos de coches eléctricos se adelantaron con precios competitivos e innovación. Estas dificultades contribuyeron a que las acciones de Stellantis cayeran casi un 50% este año y erosionaron la confianza en el liderazgo de Tavares.
Dimite Tavares: ¿Y ahora qué?
Tavares era el directivo de automoción mejor pagado en 2023, con un paquete retributivo de 36,49 millones de euros. Al parecer, la decisión de separarse se tomó por consenso unánime entre los miembros del consejo de administración de Stellantis.
Aunque Stellantis elogió a Tavares por su contribución a la formación de la empresa y su éxito inicial, los desacuerdos internos entre el consejo y el CEO desempeñaron un papel clave en su marcha. El presidente John Elkann citó "divergentes puntos de vista" sobre la dirección de Stellantis como el catalizador de la dimisión de Tavares.
El consejo de Stellantis ha iniciado la búsqueda del sucesor de Tavares, con el objetivo de concluir el nombramiento a mediados de 2025. Mientras tanto, Elkann presidirá un comité ejecutivo de nueva creación encargado de guiar a la empresa en esta fase de transición.
Voces y reacciones del sector
El sector automovilístico no ha tardado en reaccionar a la marcha de Tavares. En X (antes Twitter), el ex Consejero Delegado de Nissan y Aston Martin, Andy Palmer, elogió a Tavares como "quizá el hombre más profesional del mundo del automóvil con el que he trabajado", destacando su papel en la creación de Stellantis y el desarrollo de coches icónicos. Palmer añadió: "Espero que la historia sea amable con él".
Sin embargo, otros se mostraron menos comprensivos. El senador italiano Carlo Calenda criticó a Tavares por su enfoque directivo: "No echaremos de menos a Tavares. El defensor de las teorías darwinistas que sólo parecían aplicarse a los trabajadores. Ahora es aún más urgente convocar a John Elkann al Parlamento".
El analista de inversiones Brian Tycangco advirtió de que los problemas de Stellantis reflejan una tendencia más amplia: "Los fabricantes de automóviles tradicionales están perdiendo terreno frente a las marcas chinas de vehículos eléctricos, incluso en sus mercados más rentables. La innovación ya no es opcional".
¿Qué le espera a Stellantis?
La marcha de Tavares pone de manifiesto las dificultades a las que se enfrentan los fabricantes de automóviles tradicionales en su transición de los motores de combustión tradicionales a los eléctricos. Stellantis debe hacer frente ahora a una competencia cada vez mayor, a la caída de las ventas de vehículos eléctricos y a la necesidad de recuperar la confianza de los inversores.
Los gigantes alemanes Volkswagen, BMW y Mercedes-Benz también se enfrentan a vientos en contra similares, como la caída de la cuota de mercado de los vehículos eléctricos y el aumento de la competencia china. Cuando Elkann asuma temporalmente el cargo, Stellantis se verá sometido a una inmensa presión para encontrar un líder capaz de equilibrar la innovación con la excelencia operativa. Aún está por ver si el próximo CEO podrá revertir la suerte de la empresa, pero es mucho lo que está en juego no sólo para Stellantis, sino también para el sector automovilístico europeo en su lucha por seguir siendo competitivo en un mundo electrificado.