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China está dispuesta a redoblar su apoyo a la economía ante la amenaza de los aranceles

• Dec 13, 2024, 5:46 PM
9 min de lecture
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Los líderes chinos se reunieron esta semana para trazar la política económica para el próximo año, esbozando planes para aumentar el gasto público y relajar la política monetaria de Pekín para fomentar más la inversión y el gasto de los consumidores.

Los líderes del Partido Comunista, que ejercen el poder, concluyeron el jueves su Conferencia Central de Trabajo Económico, de dos días de duración, con elogios a la orientación del presidente Xi Jinping y la promesa de "enriquecer y perfeccionar la caja de herramientas políticas" y desactivar los riesgos a los que se enfrenta la segunda mayor economía del mundo. Uno de los principales desafíos es: las amenazas del presidente electo Donald Trump de aumentar drásticamente los aranceles sobre las importaciones procedentes de China, una vez que asuma el cargo. A continuación reflejamos las prioridades esbozadas en las reuniones de esta semana en Pekín y sus posibles implicaciones.

Centrarse en los fundamentos

Según los analistas, los planes generales de la Conferencia Central de Trabajo Económico y de una reunión anterior del Politburó, compuesto por 24 miembros, son más una recapitulación de la política actual que nuevas iniciativas ambiciosas.

El crecimiento de la economía china ha sido algo más lento que el objetivo de "alrededor del 5%" fijado por los dirigentes para este año, ya que la prolongada crisis del sector inmobiliario ha lastrado la actividad empresarial. La debilidad de los precios de la vivienda y la pérdida de puestos de trabajo durante la pandemia de COVID-19 han hecho que muchos chinos no puedan o no quieran gastar tanto como en el pasado. Esto ha hecho que la oferta de muchos bienes supere a la demanda, provocando una caída de los precios o, al menos, que se mantengan estables.

A principios de año, el Gobierno chino puso en marcha una serie de iniciativas, entre ellas el pago de subsidios cuando la gente entrega electrodomésticos y vehículos viejos para comprar otros nuevos, la ampliación del acceso a la vivienda asequible y la reducción de los tipos de interés para que las hipotecas sean más asequibles.

Según una lectura de la agencia oficial de noticias Xinhua, los líderes políticos acordaron esta semana poner "un mayor énfasis en garantizar y mejorar el bienestar de la población y proporcionar a la gente una creciente sensación de plenitud, felicidad y seguridad".

Esto incluye políticas para evitar que la gente recaiga en la pobreza, proporcionando un sistema sanitario más fuerte y ampliando la atención a las personas mayores, señalaba. También podría incluir subvenciones a las familias para animarlas a tener más hijos, ahora que los índices de población disminuyen.

¿Quién paga y cómo?

Los líderes políticos se comprometieron a elevar el déficit de China, limitado desde hace tiempo al 3% de su PIB, y a hacer más por fomentar el gasto de los consumidores, equiparando los aumentos salariales al ritmo del crecimiento económico. Para ello, el Gobierno chino emitirá más bonos especiales a muy largo plazo, señalaron los medios de comunicación estatales, sin dar ninguna cantidad en dólares.

A nivel nacional, China puede permitírselo. Su deuda nacional, en relación con el PIB, ronda el 68%, frente al 250% de Japón y el 120% de Estados Unidos. A nivel local, las enormes deudas siguen siendo un problema, y muchos trabajadores chinos no cobran o cobran muy poco. Los Gobiernos municipales y regionales están profundamente endeudados después de que sus ingresos fiscales cayeran debido a la crisis inmobiliaria y la pandemia, mientras que el gasto seguía aumentando. Según los analistas, los detalles sobre el aumento del gasto podrían surgir más adelante, posiblemente durante la sesión legislativa nacional de marzo.

Crédito más fácil para la inversión y la compra de vivienda

A principios de esta semana, el Politburó aprobó planes para aplicar políticas monetarias "moderadamente laxas", en lugar de la postura "prudente" que había prevalecido durante la última década. La última vez que el gigante asiático adoptó ese enfoque fue en el período 2008-2010, cuando el Banco Central relajó el crédito de forma agresiva como antídoto a las sacudidas de la crisis financiera mundial, señaló Tao Wang, experta economista china de UBS.

A principios de este año, el Banco Popular de China comenzó a recortar los tipos de interés y las reservas obligatorias que los bancos deben mantener en depósito, y se espera que los recorte aún más en los próximos meses, indicaba Wang. El abaratamiento del crédito facilitaría la financiación de la compra de viviendas y otras inversiones, ya que el Banco Central desempeña un papel cada vez más importante a la hora de ayudar a mantener la estabilidad de los mercados e impulsar la economía.

Las expectativas de tipos de interés más bajos han hecho subir los precios de los bonos. Pero, en general, los inversores que esperaban más detalles de las políticas previstas, parecieron decepcionados con el resultado de las reuniones mantenidas a lo largo de la semana. El viernes, el índice Shanghai Composite cayó un 2%, mientras que el Hang Seng de Hong Kong se hundió un 2,1%.

Un enfoque cauteloso mientras China espera el segundo mandato de Trump

El proyecto a más largo plazo de Xi Jinping para construir una economía moderna, innovadora y de alta calidad sigue siendo el marco para el rumbo futuro de China, mientras los líderes afinan los detalles de las políticas a la espera de ver qué hace Donald Trump, una vez que asuma el cargo.

A medida que Estados Unidos y otros socios comerciales han ido imponiendo controles, cada vez más estrictos, sobre el acceso de China a la tecnología avanzada, como los últimos chips informáticos y las herramientas y materiales para fabricarlos, Pekín ha tomado represalias con sus propias medidas selectivas.

Los economistas afirman que los dirigentes chinos se están reservando medidas más contundentes para apoyar la Economía, que crece a un ritmo razonablemente rápido a pesar de su debilidad crónica, a la espera de ver qué ocurre.

"Las autoridades chinas se han estancado en una postura de política más reaccionaria, ya que la incertidumbre de los planes arancelarios de Estados Unidos hace difícil que los responsables políticos se comprometan todavía", señaló Yeap Jun Rong, asesor de mercado de IG, en un informe. "Todavía puede haber margen para sorpresas positivas, pero muchas cosas dependerán de las próximas concreciones políticas".