"Tierra, aquí Marte". El 'rover' Perseverance se posa sin problema en el planeta rojo
¡Llegó el Gran Día para Perseverance! Después de un viaje interplanetario inciado en julio, está el 'rover' de la NASA se ha posado en la oxidada superficie marciana este jueves.
Antes de posar sus seis ruedas en el suelo del Planeta Rojo, el vehículo espacial de la agencia espacial tuvo que sobrevivir a "siete minutos de terror", como se apoda a esta peligrosa maniobra. Una coreografía de precisión en la que todos los elementos deben funcionar a la perfección.
El rover ha desplegado su paracaídas ha completado todas las operaciones con normalidad. Incluso su cámara de operaciones ha enviado la primera foto.
Le seguirán muchas otras, con un detalle mucho mayor.
El lugar elegido, el cráter Jezero, era el sitio de aterrizaje más peligroso que se ha intentado nunca. En siete minutos, el rover debía pasar de una velocidad de 20.000 km/h a cero.
Detrás de las pantallas del centro de control, el estrés será grande para los investigadores que participan en la misión "Marte 2020", que cuenta con un presupuesto de casi 2.500 millones de dólares (más de 2.000 millones de euros).
En el centro de control no faltaron los "cacahuetes de la suerte". Una pequeña superstición en un medio de ciencia.
Los científicos recibirán las imágenes más tarde, pero escuchan el "pulso cardiaco" de la nave, que les indica en tiempo real que todo va bien (o no).
Vuelve a ver la retransmisión del amartizaje en el reproductor de arriba. Cortesía NASA TV
Estas son las diferentes etapas de estos "7 minutos de terror" antes del amartizaje:
A 130 km del suelo de Marte: entrada en la atmósfera
Diez minutos antes de entrar en la atmósfera marciana, la nave se desprenderá de su módulo de crucero, que le suministró entre otras cosas combustible durante el viaje.
Así, sólo quedará un escudo trasero, un escudo térmico en la parte delantera y, atrapado entre ambos, el módulo de descenso que está conectado al propio rover vehículo.
A una altura de unos 130 km, entra en la atmósfera a una velocidad de 20.000 km/h, lo que provoca una fricción que eleva la temperatura hasta los 1.300 °C. El escudo térmico protege al rover de este calor infernal.
A 11 km del suelo: apertura del paracaídas
Pero la atmósfera no es suficiente para reducir la velocidad de la nave, que sigue yendo a 1.500 kilómetros por hora.
A una altura de unos 11 km, en un momento oportuno calculado en función de la distancia restante hasta el lugar de aterrizaje, se despliega un enorme paracaídas supersónico de 21 metros de diámetro, situado en el escudo trasero.
Este frena la nave a unos 300 km/h.
9 km sobre el suelo: desprendimiento del escudo térmico
20 segundos después de la apertura del paracaídas, se libera el escudo térmico. El Perseverance se expone a la atmósfera marciana por primera vez.
Entra en juego una tecnología totalmente nueva, llamada Terrain Relative Navigation (TRN): las imágenes en directo grabadas por las cámaras embarcadas se comparan con los mapas almacenados en su sistema, donde se predefinen las zonas peligrosas que hay que evitar. A partir de estos datos, la nave decide el lugar de aterrizaje definitivo.
2 km del suelo: fase de retropropulsión
A una altura de unos 2 km, el escudo trasero -y su paracaídas- se liberan.
El rover está ahora unido únicamente a la etapa de descenso, equipada con ocho motores que apuntan hacia abajo y que se encienden para terminar de frenarlo. Tras realizar una maniobra para alejarse del paracaídas, el rover acaba descendiendo en vertical, justo por encima del lugar de aterrizaje.
A 20 m del suelo: separación del rover
A unos 20 metros del suelo, alcanzó una velocidad de 2,7 km/h, más lenta que la de un hombre al caminar. A continuación, el rover desciende por cables gracias a un sistema de poleas, durante unos últimos quince segundos (etapa denominada "skycrane").
El vehículo despliega sus ruedas en este momento. Cuando las ruedas tocan el suelo, las líneas se cortan y la etapa de descenso hace un último esfuerzo para estrellarse lo más lejos posible.
Debido al retraso en la transmisión entre la Tierra y Marte, cuando la NASA confirme el aterrizaje, éste habrá tenido lugar en realidad varios minutos antes.
Perseverance equipada con instrumentos europeos
Encaramado sobre el rover de la NASA, el instrumento SuperCam, diseñado por franceses, estudiará las rocas marcianas con sonido y luz, con su rayo láser y un micrófono, en busca de rastros de una vida pasada en el planeta rojo.
Del tamaño de una caja de zapatos y de unos cinco kilos, SuperCam desplegará sus "superpoderes" desde lo alto de un mástil. Con herramientas adicionales de análisis y control americanas colocadas dentro del cuerpo del rover.
Otros tres instrumentos europeos participarán: el español MEDA, una estación meteorológica que medirá el viento, la temperatura, la humedad, la presión atmosférica, y el polvo marciano para preparar el terreno a futuras expediciones. El noruego RIMFAX es un radar que estudiará el subsuelo marciano y el italiano RETROREFLECTOR que será un "faro" para misiones futuras.
El objetivo de esta misión es analizar el suelo del Planeta Rojo en busca de posibles rastros de vida en el pasado y avanzar en el estudio de una posible exploración humana de Marte.
Por supuesto, Perseverance ya tiene sus propias cuentas en las redes sociales donde irá contando sus aventuras y descubrimientos.