Identifican un histórico buque de guerra del siglo XVIII que naufragó en una remota isla escocesa

Cuando en febrero de 2024 una tormenta removió las arenas de una playa de Sanday, isla situada en el archipiélago de las Orcadas escocesas, un equipo de arqueólogos descubrió algo asombroso: los restos de un viejo barco de madera, enterrados bajo las dunas desde hacía mucho tiempo.
Los fantasmales restos despertaron rápidamente el entusiasmo de la comunidad isleña, compuesta por 500 personas, para quienes el océano es a la vez un medio de vida y un peligro acechante. "Yo lo consideraría un barco con suerte, algo extraño de expresar sobre un barco que ha naufragado", afirma Ben Saunders, arqueólogo marino jefe de Wessex Archaeology, que ayudó a los lugareños a dirigir la investigación. "Creo que si se hubiera encontrado en muchos otros lugares no habría tenido necesariamente ese deseo de recuperar y estudiar ese material, y también el espíritu comunitario para hacerlo".
No es el primer pecio que naufraga en Sanday. Desde el siglo XIV se han registrado unos 270 naufragios en los apenas 20 kilómetros cuadrados de costa de la isla. Pero éste fue diferente: la población local se puso manos a la obra tras el descubrimiento. Los agricultores se movilizaron en tractores y remolques para transportar 12 toneladas de maderas de roble desde la playa, mientras los investigadores de la isla intentaban desentrañar los orígenes del barco.
Gracias a la dendrocronología, el estudio de los anillos de los árboles, los expertos descubrieron que las maderas procedían del sur de Inglaterra y databan de mediados del siglo XVIII. "Si se eliminan los pecios demasiado pequeños o los que operan fuera del norte de Inglaterra, sólo quedan dos o tres... y el 'Earl of Chatham' es el último que queda", explica Saunders.
Antes de ser conocido como 'Earl of Chatham', el buque sirvió como 'HMS Hind', una fragata de 24 cañones de la Royal Navy construida en 1749 en Chichester. Su carrera abarcó los altibajos del Imperio Británico.
En la década de 1750 participó en los asedios de Louisbourg y Quebec, ayudando a Reino Unido a arrebatar a Francia el control de Canadá. En la década de 1770, escoltó convoyes mientras Reino Unido luchaba -y finalmente fracasaba- por mantener sus colonias americanas.
Dado de baja en 1784 y vendido a propietarios privados, el barco fue rebautizado y transformado en ballenero, cazando en las aguas árticas frente a Groenlandia. Saunders señala que en 1787 "había 120 barcos balleneros con base en Londres en el mar de Groenlandia, el 'Earl of Chatham' entre ellos".
Pero el viaje del año siguiente sería el último. Atrapado por el mal tiempo de camino a las zonas balleneras, el barco naufragó frente a la costa de Sanday. Por increíble que parezca, sus 56 tripulantes sobrevivieron. Hoy, sus maderas se conservan cuidadosamente en un tanque de agua dulce en el Sanday Heritage Centre, con la esperanza de poder exponerlos permanentemente.
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