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Sexo, asesinatos y un escenario inundado lideran la audaz producción de 'Lady Macbeth' del Liceo

• Sep 28, 2024, 9:00 AM
14 min de lecture
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Diez mil litros de agua inundan el escenario del Gran Teatro del Liceo como metáfora simbólica del modo en que todos los personajes de esta poderosa ópera están implicados en una sociedad plagada de corrupción, sexismo y asesinatos. El estreno de 'Lady Macbeth de Mtsensk' este miércoles contó con esta novedosa incorporación al escenario, que no distrae la atención de una obra que narra la dramática historia de su heroína, Katerina Ismailova.

Esta ópera en cuatro actos fue escrita conjuntamente por el compositor ruso Dmitri Shostakovich y Alexander Preys, y se basa en la novela 'Lady Macbeth de Mtsensk' de Nikolai Leskov. Ambientada originalmente en la Rusia del siglo XIX, Katerina está infelizmente casada con un rico comerciante, Zynoviv, que la desatiende, posiblemente porque es gay.

La soprano, Sara Jakubiak, en el escenario como Katerina Ismailova.
La soprano, Sara Jakubiak, en el escenario como Katerina Ismailova. Sergi Panizo/Liceu Opera

Una mujer atrapada entre hombres (alerta: 'spoilers')

Ella sueña con el amor y con una nueva vida lejos del pequeño pueblo donde vive. Su dominante y machista suegro, Boris, la acosa. Por eso, cuando conoce al apuesto jornalero Sergei, inicia un apasionado romance, a pesar de que al principio intenta resistirse.

Su ansia de libertad la lleva a envenenar a su suegro con raticida en un plato de setas. La trama se complica cuando su aburrido marido sorprende a los amantes y éstos le matan. Liberada de los dos hombres que le han hecho la vida imposible, Katerina es libre para casarse con Sergei. O eso parece.

Sin embargo, los planes de boda de la pareja se tuercen cuando un invitado borracho se topa con el cadáver del marido. Katerina y Sergei son arrestados y enviados a un campo de prisioneros. Pero Katerina es abandonada por su amante, que seduce a una joven convicta, Sonyetka. Ante esta traición, Katerina se lanza sobre Sonyetka y ambas mueren de forma dramática a punta de cuchillo.

El público del Gran Teatro del Liceo.
El público del Gran Teatro del Liceo. Sergi Panizo/Liceu Opera
El reparto de 'Lady Macbeth de Mtsensk' actúa en un escenario empapado de agua en el Gran Teatro del Liceo.
El reparto de 'Lady Macbeth de Mtsensk' actúa en un escenario empapado de agua en el Gran Teatro del Liceo. Sergi Panizo/Liceu Opera

Una obra que no deja indiferente

No esperen un 'Don Giovanni' o 'La Traviata' con arias cantarinas; la música es adecuadamente oscura para una historia trágica. Casi podría tratarse de la partitura de una película, más que de una ópera tradicional. Pero quizás eso es lo que debe hacer una buena ópera: desafiar nuestras percepciones.

Alex Ollé, director artístico de la Ópera del Liceo, dice que Shostakovich quería mostrar a una mujer víctima de la sociedad patriarcal de la Rusia estalinista. Ambientó la ópera en el siglo XX, vistiendo a sus intérpretes con ropas vagamente modernas, tal vez como si estuvieran en los años cincuenta.

Ollé, uno de los fundadores de la célebre compañía La Fura dels Baus, dirigió también la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992. Como era de esperar, aquí no rehúye la polémica. Esta versión de la obra de Shostakovich incluye dos escenas de sexo, masturbación, una violación en grupo y tres asesinatos.

Se nos invita a intentar decidirnos si Katerina es una despiadada Lady Macbeth shakesperiana sin moral, o merece cierto respeto como mujer poderosa que se opone a la asfixiante sociedad patriarcal. Este dilema es lo que hace interesante esta obra.

La ópera, interpretada en ruso con traducción, se representará hasta el 7 de octubre.
La ópera, interpretada en ruso con traducción, se representará hasta el 7 de octubre. Sergi Panizo/Liceu Opera

El agua como metáfora

El agua no se emplea como si fuera una piscina, sino simplemente como si el escenario hubiera sido empapado por un fuerte chaparrón. Ollé no utiliza agua potable de Barcelona, que sufre sequía desde hace meses. En su lugar, el agua se extrae de aguas subterráneas que se purifican mediante un sistema diseñado por el teatro.

El agua parece una distracción de una ópera que funciona bien por sí misma. "El agua es simbólica: muestra que todo el mundo está implicado en la corrupción y el asesinato. Nadie en la sociedad escapa, desde la Policía hasta los trabajadores o Katerina", dice Ollé a 'Euronews Culture' antes de la representación.

Aunque se estrenó hace 90 años, Ollé insiste en que la obra es tan relevante hoy como cuando Shostakovich la escribió para su esposa. "Esta historia es relevante hoy en día porque estamos hablando de una mujer sometida por un patriarca, su suegro, por su marido, así como por su amante Sergei".

"Es claramente una víctima del machismo. Shostakovich intenta que empaticemos, quizá no con los crímenes, pero sí con la persona que sufre la represión de los hombres que la rodean".

El tenor Pavel Cernoch, que encarna a Sergei, está dramáticamente sujeto sobre una mesa.
El tenor Pavel Cernoch, que encarna a Sergei, está dramáticamente sujeto sobre una mesa. Sergi Panizo/Liceu Opera

Prohibida en la URSS durante 30 años

Tras su estreno en 1934 en la Rusia soviética, la obra recibió una crítica condenatoria en 'Pravda', el periódico del partido comunista ruso, por parte de un escritor anónimo que posiblemente fuera Josef Stalin. La obra estuvo prohibida en la URSS hasta 1962.

Ollé cree que la representación de la individualidad de Shostakovich fue una afrenta contra el sistema comunista, que llevó a su prohibición durante casi 30 años. La soprano Sara Jakubiak destaca como Katerina, no sólo por su canto, sino también por su interpretación, con la que da vida al personaje.

Hay verdadera química con su amante Sergei, interpretado por el tenor Pavel Cernoch. Boris, interpretado por Alexei Botnarciuc, encarna al suegro acosador con gran estilo. Interpretada en el original ruso, el Liceo ofrece traducciones en tres idiomas -castellano, catalán e inglés- que hacen a la obra más accesible para el público.

Tras el primer descanso, algunas partes del teatro se han vaciado, lo que demuestra que 'Lady Macbeth de Mtsensk' no es del gusto de todos. Es cierto que no es una ópera fácil, pero tal vez sea justo el tipo de obra que merece la pena probar; desafiarse a uno mismo. Se trata, sin embargo, de una ópera fascinante, con buen ritmo, que te mantiene atrapado hasta el final. 'Lady Macbeth de Mtsensk' se representará en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona hasta el 7 de octubre de 2024.