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Descubre Portugal en autocaravana: de Lisboa al Algarve en 20 días

• Aug 7, 2025, 7:47 AM
26 min de lecture
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Durante 20 días, un periodista ha recorrido en autocaravana el país luso con Lisboa como punto de partida, bordeando la costa suroeste, incluyendo la Costa Caparica y la Vicentina, y el Algarve, en el sur.

Un 18% de los cerca de tres millones de propietarios de autocaravana en Europa van a viajar este verano a Portugal, según datos de Camping-Car Park, la red europea de Áreas de Servicio para Autocaravanas (ASA).

El país luso, con 13.000 autocaravanas matriculadas, atrae a cada vez más turistas itinerantes europeos que se gastan una media de 52 euros por noche. Son, sobre todo, españoles, franceses, italianos y alemanes que dedican como mínimo tres semanas a recorrer el país desde junio hasta septiembre incluido.

Lisboa, punto de partida

El que suscribe es uno de ellos quien, tras más de seis horas de viaje desde Madrid, llega a Lisboa para iniciar la ruta. La entrada a la ciudad es bastante caótica; mucho tráfico y poca paciencia por parte de los conductores.

Si, ya de por sí, circular con autocaravana por las grandes ciudades es complicado, aquí parece misión imposible. Aparcar relativamente cerca del centro y de forma segura es también una odisea. En la app de parking park4night que todo autocaravanista que se precie tiene aparecen muchos puntos pero pocos convencen.

Al final, será en uno de pago cerca del imponente y ruidoso Puente 25 de Abril, de dos km de longitud, icono de la ciudad que se eleva sobre el estuario del Río Tajo ante la atenta mirada de Cristo Rei, la estatua del Redentor con los brazos abiertos de 28 metros de altura (110 con el pedestal de 82 metros).

Puente 25 de Abril (Lisboa)
Puente 25 de Abril (Lisboa) David del Valle - 'Euronews'

Para visitar los alrededores, lo mejor es la bicicleta: el monumento a los Descubrimientos, la Torre de Belém (en obras), el Monasterio de los Jerónimos, el barrio histórico y la Pastelería de Belem donde degustar esas tortitas de crema calientes con un poco de azúcar y polvo de canela.

Al centro de Lisboa se llega bien en metro o tren. Es una ciudad abierta y acogedora y un crisol de culturas. Más en verano en que el sofocante calor no impide tampoco disfrutar del lugar. Muchos lo palían remojándose en el río. Hay mucho que ver y visitar.

La panorámica de la ciudad desde el Castillo de San Jorge es espectacular; pasear por el casco antiguo, una delicia; dejarse llevar por la cultura y la música de Chiado, el barrio más bohemio con el histórico Café a Brasileira, que alberga en la terraza la estatua de Fernando Pessoa, resulta embriagador; sus plazas como Praça do Comercio, antiguo puerto principal de comercio marítimo con bellas vistas al Tajo; su catedral o miradores como el de Graça o San Pedro de Alcántara también merecen la pena.

Lo que, desde luego, no se pierden nunca la mayoría de los casi 19 millones de turistas que visitan cada año la ciudad es subir al tranvía 28 que atraviesa varios barrios serpenteando por cuestas y callejuelas estrechas, o el Elevador de Santa Justa que conecta Baixa con el barrio alto.

Costa Caparica, la playa de Lisboa

De nuevo en carretera, la idea es recorrer todo el litoral sudoeste de Portugal empezando en la Costa Caparica, a 20 minutos de la capital, al sur del estuario del Río Tajo. Son 15 kilómetros de playas de arena dorada y aguas frías del Atlántico, donde se ven a familias, surfistas, naturistas, turistas locales y extranjeros.

Es la playa de Lisboa por excelencia, con chiringuitos (barracas) a pie de playa, música en directo y terrazas al atardecer. Es el caso de Praia de São João o Praia Nova; cuanto más al sur, más naturistas y más salvajes, aunque todas de gran extensión y belleza. Tras un par de días, la siguiente parada es Setúbal, a 50 kilómetros de Lisboa, rodeada por el Parque Natural da Arrábida, un área protegida con la costa más espectacular del país. En todo este área la pernocta en autocaravana está prohibida en el litoral, aunque durante el día se puede aparcar con vistas de ensueño (este será el denominador común en todo el recorrido por la costa vicentina).

Recorriendo Portugal en autocaravana
Recorriendo Portugal en autocaravana David del Valle - 'Euronews'

En este entorno se encuentra una de las playas más bonitas de Europa, Praia de Galapinhos, por su belleza natural y aguas turquesas. La región de Setúbal es ideal para los viajeros itinerantes pues combina mar, montaña y autenticidad, aunque aparcar sea un poco complicado.

Desde esta población se llega en ferry a la península de Troia, una lengua de arena blanca y fina, y aguas limpias y tranquilas y mucho viento. Precisamente, este es un buen punto de partida para iniciar la ruta por la costa alentejana o costa vicentina ya que está conectado con Comporta, nuestra siguiente parada, destino de vacaciones de artistas, diseñadores y celebrities internacionales.

Nada que ver con Sines, a 55 kilómetros más abajo, una población industrial conocida por ser la ciudad natal del explorador Vasco de Gama, el navegante que descubrió la ruta marítima a la India. Su castillo medieval y el museo anexo cuentan la historia de este personaje clave en la Era de los Descubrimientos.

Naturaleza salvaje

Desde Sines, el paisaje cambia totalmente, con acantilados escarpados, playas salvajes y pueblos pintorescos. El primero que te atrapa es Porto Covo, una pequeño pueblo de casas blancas con franjas azules en un ambiente tranquilo, con fuerte sabor local ideal para desconectar del ritmo urbano.

Sus grandes joyas son sus calas encajadas entre acantilados: Praia da Samoqueira es la más impresionante, con formaciones rocosas, acantilados y rincones escondidos. Este es un lugar muy popular entre los viajeros en ruta y es ideal para disfrutar del mar y de una estampa que te deja pasmado. Praia Grande, más amplia, también merece la pena. Frente a la costa se puede visitar en barco Ilha do Pessegueiro, una isla histórica con una antigua fortaleza.

Recorriendo Portugal en autocaravana
Recorriendo Portugal en autocaravana David del Valle - 'Euronews'

Con la impresión de qué puede superar lo visto hasta ahora, llegamos a Praia do Malhão, entre Porto Covo y Vila Nova de Milfontes, en el municipio de Odemira. Rodeada de dunas naturales, el paisaje es virgen y sobrecogedor, con el sonido constante del oleaje y el viento del océano. Este es el paraíso de los surfistas. Es como una rincón olvidado del mundo, aunque la presencia de dos gendarmes a caballo recordándote que no se puede aparcar en la zona más cercana a la playa te devuelve a la realidad.

Después de tanta naturaleza salvaje, Vila Nova de Milfontes se presenta como un punto más turístico. Es un destino popular entre los portugueses que disfrutan de sus playas fluviales tranquilas como Praia da Franquia, ideales para familias, deportes acuáticos y baños seguros.

Sensaciones fuertes

Tras la relajación, volvemos a las sensaciones fuertes en Cabo Sardão, con sus imponentes acantilados de entre 40 y 50 metros de altura evocando paisajes de películas como 'El Señor de los Anillos' o 'Juegos de Tronos'. Esta es una parada imprescindible en la costa vicentina, desde donde se pueden avistar cigüeñas blancas, halcones peregrinos o corvos marinos, entre otras especies.

Otro destino que no puede faltar es Zambujeira do Mar, que también conserva su identidad de pueblo marinero con pequeñas casas blancas con franjas azules, un puerto tradicional entre acantilados y restaurantes donde comer pescado fresco. Su playa urbana es amplia y con buenas vistas del Atlántico.

En nuestro descenso por el sudoeste de Portugal nos topamos con Praia de Odeceixe, una de las playas más singulares del país, justo en la frontera con el Algarve. La playa está situada en la desembocadura del Río Seixe que separa el Alentejo del Algarve.

Esta confluencia crea una curiosa lengua de arena en forma de herradura, con una parte bañada por el océano y otra por las aguas del Río. Justo donde se encuentran se crea una corriente que hace las delicias de niños y mayores que se dejan llevar río abajo. La playa está rodeada de altos acantilados verdes desde donde se puede contemplar la fusión del mar y el río.

Recorriendo Portugal en autocaravana
Recorriendo Portugal en autocaravana David del Valle - 'Euronews'

Ya en el Algarve occidental, en el municipio de Aljezur, pasamos una mañana en la Praia de Monte Clérigo, una playa muy accesible al pie de un pequeño núcleo de casas blancas y rosadas, de aire marinero. Por la tarde, otra de las joyas del Algarve y costa vicentina, la playa da Carrapateira o Praia da Bordeira.

Con más de tres kilómetros de longitud es una de las playas más grandes del Algarve y destino preferido de surfistas por su oleaje constante. De hecho, en la orilla se advierte de su peligrosidad para los bañistas. Antes de llegar a la play hay una laguna de agua tranquila donde juegan los niños. Detrás del arenal se extienden grandes dunas naturales donde revolotean a sus anchas cientos de gaviotas.

En esta zona abundan las autocaravanas y los parkings hay que reservarlos con antelación porque si no no se encuentra sitio. "En todo el Algarve hay problemas a la hora de aparcar y pernoctar por la gran cantidad de gente que hay", me advierte un autocaravanista sevillano quien afirma que este año hay más restricciones para pasar la noche que otras veces.

Seremos testigo de la masificación turística que, en estas fechas, siempre ocurre en el Álgarve y constataremos que la estampa natural y salvaje, con playas espaciosas y poco masificadas de la costa vicentina ha quedado atrás para dar lugar al turismo de masas.

El fin del mundo

Como turístico es el Cabo de San Vicente, uno de los lugares más emblemáticos del sur de Portugal. Este es uno de los puntos más occidentales de Europa continental, considerado durante siglos como "el fin del mundo". Cuenta con imponentes acantilados de más de 60 metros de altura, con vistas panorámicas del mar abierto y con uno de los atardeceres más bonitos de Europa. Aquí el viento sopla con fuerza mientras decenas de turistas inmortalizan el momento.

Recorriendo Portugal en autocaravana
Recorriendo Portugal en autocaravana David del Valle - 'Euronews'

Muy cerca del Cabo de San Vicente está una de las mejores playas de esta zona, Praia do Beliche. Es una cala recogida y escarpada, protegida por altos acantilados que le otorga un microclima más cálido. Es una playa de postal. Su acceso es a través de escaleras talladas en la roca de fácil bajada pero de subida costosa. Enclavado en las rocas hay un chiringuito de madera con sardinas a la brasa y frango (pollo) a la brasa.

Algarve: Turismo masivo

Continuando la ruta por el Algarve recalamos en Lagos, una población muy popular entre turistas de toda Europa. En este punto no puede faltar la visita a Ponta da Piedade, una formación rocosa famosa por sus acantilados, grutas y sus aguas turquesas. Es uno de los paisajes costeros más fotogénicos de Europa. Eso sí, está plagado de turistas que buscan la sombra entre las rocas de la concurrida cala cuyas aguas en nuestra visita están llenas de algas.

La siguiente escala es en Portimão, una de las ciudades más grandes del Algarve con un puerto ideal para hacer excursiones en barco por toda la costa sur. Nos embarcamos en uno para visitar las grutas y cuevas en un recorrido de dos horas que pasa por las de Algar (Carvoeiro), Praia da Marina, Praia do Carvalho hasta la famosa cueva de Benagil, con un tragaluz por donde entra la luz del sol y crea un efecto mágico en su interior, iluminando la arena dorada y las paredes anaranjadas.

Después de la visita, un merecido baño en el mar justo enfrente con zambullida desde el barco es nuestra recompensa. A la vuelta, nos espera Praia da Rocha, con mucho ambiente.

Recorriendo Portugal en autocaravana
Recorriendo Portugal en autocaravana David del Valle - 'Euronews'

A 45 minutos nos encontramos con Albufeira, la meca del turismo en esta zona. La tranquilidad y la calma dan paso al bullicio y al turismo de masas. Los ingleses han tomado mayoritariamente esta población, que cuenta con hermosas playas, entre ellas la urbana Praia do Túnel, a la que se accede desde el casco antiguo a través de un túnel excavado en la roca.

Después de la tormenta viene la calma en forma de Faro, la capital del Algarve, más tranquila y relajada y con un centro antiguo rodeado por murallas árabes y romanas. La villa está junto al Parque Natural da Rea Formosa, una de las zonas de humedales más importantes de Europa con islotes, marismas y canales que se pueden explorar.

Tavira, la joya desconocida del Algarve

En los últimos dos días descubrimos una auténtica joya del Algarve, Tavira. Sin tanto renombre como otras poblaciones, la ciudad es perfecta para una parada relajada en nuestro roadtrip. Es histórica y elegante. Cuenta con un pasado romano, islámico y cristiano muy marcado. Sus casas blancas con tejados a dos aguas, sus calles empedradas y plazas con naranjos le dan un aire muy singular.

Recorriendo Portugal en autocaravana
Recorriendo Portugal en autocaravana David del Valle - 'Euronews'

Uno de sus símbolos es el Puente Romano, un puente peatonal de piedra que cruza el río Gilão. Destacan también su castillo y sus más de 20 iglesias por toda la ciudad. Sus playas son paradisiacas y poco masificadas. Es una experiencia muy recomendable llegar en tren turístico a Praia do Barril.

El trayecto de ocho minutos, con miles de cangrejos como saludando a su paso en las marismas, es un placer para los sentidos. Nada más llegar a la playa, a mano izquierda, el cementerio de anclas, con más de 200 anclas antiguas, nos recuerda que estamos ante una playa con historia, a la que llegaban entre 1.841 y 1.966 los barcos con su pesca de atún hasta su desmantelamiento que provocó que muchos navegantes dejaran allí estas anclas y el tren pasara de transportar mercancía a turistas.

Cementerio de Anclas - Recorriendo Portugal en autocaravana
Cementerio de Anclas - Recorriendo Portugal en autocaravana David del Valle - 'Euronews'

A la otra playa, a Ilha de Tavira, solo se puede ir en ferry desde la ciudad para disfrutar de una isla con kilómetros de arena blanca que nunca se llena. Tavira es, sin duda, el lugar ideal para conocer el Algarve más auténtico.

Tras 20 días en ruta constatamos que el sudoeste y sur de Portugal es perfecto para aquellos que buscan combinar libertad y naturaleza, sobre todo en la costa vicentina y el Alentejo litoral, donde el paisaje salvaje y la tranquilidad contrastan con el bullicio del Algarve.

El itinerario desde Lisboa, pasando por playas prácticamente vírgenes y terminando en la explosión turística del sur, ofrece un viaje completo que mezcla lo más puro de la costa portuguesa con las ventajas de viajar sobre ruedas.