Un turista británico se enfrenta a una multa de 1.500 euros tras ser sorprendido robando piedras de Pompeya
Un turista británico que intentó robar varias piedras del parque arqueológico de Pompeya se enfrenta a una fuerte sanción de las autoridades italianas.
El escocés, de 51 años, fue sorprendido con una mochila que contenía seis objetos -cinco fragmentos de piedra y un ladrillo- sustraídos del antiguo yacimiento romano. El visitante fue denunciado tras ser observado "recogiendo trozos de pavimento" durante una visita nocturna por un guía que avisó a la seguridad del parque.
Un británico se enfrenta a una multa de 1.500 euros por robar piedras de Pompeya
El turista fue detenido por agentes de Policía fuera del parque, cerca de la estación EAV de Villa dei Misteri, según confirmó un funcionario la semana pasada. Al parecer, el visitante británico admitió que había cogido las piedras para regalárselas a su hijo para su colección personal de objetos raros, y afirmó desconocer que era ilegal sacar artefactos de las excavaciones.
Los objetos robados fueron incautados y devueltos al parque arqueológico, y el visitante fue acusado de robo con agravantes. El individuo no identificado podría recibir una citación judicial y se enfrenta a una posible pena de prisión de hasta seis años y una sanción máxima de 1.500 euros.
Gabriel Zuchtriegel, director del Parque Arqueológico de Pompeya, declaró: "Enhorabuena y gracias al atento guía turístico, a nuestros excelentes custodios y personal de seguridad, y a los Carabinieri por este esfuerzo de colaboración para proteger nuestro patrimonio".
Los objetos robados de Pompeya están "malditos"
A pesar de enfrentarse a una cuantiosa multa, el turista escocés podría haberse salvado de un destino aún peor. Hay quien cree que quienes roban objetos de Pompeya están malditos de por vida. La leyenda ha provocado la devolución de un número considerable de objetos al antiguo yacimiento, acompañados de cartas de disculpa o arrepentimiento.
En 2020, una visitante devolvió unas reliquias que se había llevado de Pompeya 15 años antes, insistiendo en que los objetos estaban "malditos". La canadiense, arrepentida, alegó que la mala suerte la había "acosado" a ella y a sus familiares desde que se embolsó losas del parque cuando estaba de visita a los 20 años.
Para calmar la ira de "los dioses", la mujer, que se identificó como Nicole, devolvió los objetos con una carta de disculpa. Afirmaba que el robo de dos piezas de mosaico, un fragmento de cerámica y partes de un ánfora eran la causa de los problemas económicos de su familia y de que le diagnosticaran dos cánceres de mama, lo que le obligó a someterse a una doble mastectomía.