El plan del alcalde de Marsella que podría obligar a los propietarios en Airbnb a comprar un nuevo inmueble
Mientras el debate en torno al turismo excesivo se extiende por toda Europa, un alcalde francés ha anunciado un novedoso plan para atajar el problema. En Marsella, el regidor local, Benoît Payan, dice que quiere obligar a los propietarios que alquilen inmuebles en Airbnb a comprar otra propiedad para ponerla en alquiler a largo plazo con el fin de aumentar la oferta de vivienda.
En declaraciones a la emisora de radio 'Franceinfo', Payan afirmó que hasta el 75% de los promotores inmobiliarios de la ciudad "no son de Marsella". También sugirió que la mayoría alquilaba sus propiedades a través de sitios de alquiler a corto plazo, incluido Airbnb.
"Voy a obligar a cualquiera que quiera (alquilar una propiedad en) Airbnb a comprar un apartamento y ponerlo en alquiler a largo plazo", dijo. "Voy a utilizar todo lo que la ley me permite como arma... Va a hacer que dejen de querer lucrarse a costa de los marselleses". No es la primera vez que el alcalde de la segunda ciudad de Francia deja claros sus sentimientos sobre los Airbnb.
Límites y controles a Airbnb
Payan declaró anteriormente a la radio 'Marítima' que quería "prohibir a las personas cuyas segundas residencias deberían utilizarse para alquileres normales que pongan sus alojamientos en Airbnb". Actualmente, los marselleses que desean alquilar una segunda vivienda en Airbnb deben solicitar una autorización de cambio de uso al Ayuntamiento, antes de poder hacerlo legalmente.
Payan asegura que, antes de ser alcalde en 2020, "el 4% de las solicitudes eran denegadas". Hoy, dice, esa cifra es del 82%. "En Marsella, habrá las regulaciones más estrictas y fuertes de Francia para luchar contra Airbnb", insiste Payan a 'Marítima'.
Junto con París, Marsella ha creado la llamada 'brigada Airbnb', que trabaja para identificar los listados ilegales. Toda Francia tiene normas estrictas sobre los alquileres de Airbnb, pero las autoridades locales también pueden imponer sus propias normas si lo desean.
En los últimos años, cada vez son más los alcaldes y Gobiernos locales que optan por hacerlo para luchar contra la escasez de vivienda y el turismo excesivo. La capital francesa libró una larga batalla legal contra Airbnb, que se saldó con una sentencia del Tribunal de Justicia Europeo que exige autorización local para el alquiler de propiedades a corto plazo.
En París, está prohibido alquilar segundas viviendas en Airbnb, y todos los propietarios tienen limitado el número de días que pueden alquilar su vivienda principal en la plataforma.
Además, todos los propietarios (franceses o no) que alquilen su vivienda en Francia a través de Airbnb deben declarar sus ingresos a las autoridades fiscales francesas. La propia Airbnb también proporciona detalles de todos los alquileres anuales a la Agencia Tributaria francesa, lo que significa que alquilar una propiedad en el país es bastante menos atractivo de lo que ha sido en el pasado.