La España despoblada acentúa su declive: “Parece que si te quedas en el pueblo no has hecho nada en la vida”

Algo antes de las once de la mañana, la furgoneta de la panadería de Castromil avisa de su paso por la ZA-106 —que en otra vida fue un tramo de la N-525— a la altura del municipio de Lubián a golpe de bocinazos. Algunos vecinos comentan cómo las fiestas les complicaron el sueño. Zianny Mora tampoco ha dormido. Ha estado horneando el pan que ahora abarrota, ordenado en sus cestas, la parte trasera de la Renault Trafic que conduce su marido. “¿Qué te pongo, guapa? ¿Cocidas o blanquitas?”, despacha. El matrimonio se trasladó el año pasado del municipio oscense de Fraga a Castromil, que no llega a los 90 habitantes, en la Alta Sanabria zamorana, y en enero cogió el relevo del negocio. En verano apenas miran el reloj. Los pueblos se llenan de nuevo y las ventas ayudan a guardar para los meses en los que el frío vuelve a esta esquina de la provincia que más se despuebla.
Today