El revés a una mano, en peligro de extinción

El revés a una mano puede ser el golpe más característico del tenis. La belleza del movimiento es inigualable y se significa como un signo de distinción entre los jugadores que lo practican. Sin embargo, es evidente su pérdida de peso en el circuito entre las nuevas generaciones por la mayor dificultad que exige y la impronta física del juego actual. Es más difícil de controlar el golpe. Pero todavía hay jugadores que permanecen fieles a la tradición, aunque cada vez son menos. Ahora mismo solo hay 11 tenistas entre el top 100 del ranking ATP que usen el revés a una mano, cuando hace más de una década este número se triplicaba. Además, de esos 11 rara avis, solo Stefanos Tstsipas (7) está entre los diez mejores.

Atendiendo a los campeones de los Grand Slams, se reconoce rápidamente el declive del dominio de jugadores con revés a una mano. Cada vez son menos los que se imponen con este golpe y la tendencia se ha agudizado a través del paso de los años. Federer fue el gran referente, pero su retirada ha abierto paso a un período de notable incertidumbre para los defensores del revés a una mano.

Pero siempre hay motivos para la esperanza. Tstsipas es el jugador con ranking más alto y mayor capacidad para salvar el honor y acercarse al éxito en los grandes. También el búlgaro Dimitrov, al que se llegó a comparar con Federer por su estilo, ha renovado sus credenciales en un inicio de año en el que ha sacado lo mejor de su tenis. El título en Brisbane confirma el buen momento que atraviesa.

España siempre ha sido un país que ha cultivado el florecimiento de jugadores con revés a una mano. Los hemos tenido y muy buenos. Sin embargo, el adiós reciente de Feliciano López, uno de sus principales estandartes, aumenta el vacío actual y siembra más dudas sobre el incierto futuro de un golpe icónico instalado en el imaginario colectivo de los aficionados al tenis. Si algún día desaparece, siempre quedará el recuerdo de Federer...