Un muerto y decenas de heridos tras un terremoto de magnitud 6,1 en la localidad turca de Balikesir
Un terremoto de magnitud 6,1 sacudió el domingo por la noche la ciudad de Sindirgi, en la provincia de Balikesir, causando un muerto y al menos 29 heridos. Más de una docena de edificios se derrumbaron como consecuencia del seísmo, que envió ondas de choque que se sintieron a unos 200 kilómetros al norte, en Estambul, la mayor ciudad de Turquía.
Los heridos quedaron atrapados bajo los edificios que se derrumbaron tras los temblores. "Tuvimos dos ciudadanos que escaparon por sus propios medios. Cuatro de nuestros ciudadanos fueron rescatados gracias a los rápidos esfuerzos de búsqueda y rescate", declaró el ministro turco del Interior, Ali Yerlikaya.
"Por desgracia, uno de los rescatados, un anciano de 81 años, perdió la vida". La mayoría de los edificios que se derrumbaron estaban abandonados y sin uso, dijo Yerlikaya. También se derrumbaron los minaretes de dos mezquitas, añadió.
Los heridos no se encontraban en estado grave. El seísmo provocó al menos 20 réplicas, que se sintieron en las ciudades de Esmirna, Kütahya, Yalova, Estambul, Manisa, Uşak, Aydın, Eskişehir, Sakarya y Tekirdağ, así como en el centro de Balikesir. La Agencia de Gestión de Desastres y Emergencias del país instó a los ciudadanos a no entrar en los edificios dañados mientras las réplicas sacudían el país.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, emitió un comunicado en el que deseaba una pronta recuperación a los ciudadanos afectados. "Que Dios proteja a nuestro país de cualquier tipo de desastre", escribió en X. Turquía -un país que se asienta sobre varias fallas importantes- es propensa a los terremotos.
En 2023, un seísmo de magnitud 7,8 causó estragos en las provincias del sur y sureste del país, provocando la muerte de más de 53.000 personas, la mayoría atrapadas bajo los escombros de los edificios que se derrumbaron.
Los expertos han advertido de que otro gran terremoto en Turquía podría causar graves daños y pérdidas de vidas humanas en el país, donde millones de personas siguen viviendo en edificios que no son a prueba de terremotos.
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