56 detenidos en una noche de disturbios en Serbia con enfrentamientos por el accidente de Novi Sad

Las calles de Belgrado, Valjevo, a 100 kilómetros de la capital serbia, y Novi Sad, y Belgrado, a 100 kilómetros de la capital serbia, se convirtieron en un campo de batalla entre grupos de jóvenes con el rostro cubierto y las fuerzas policiales serbias.
Los edificios gubernamentales y las oficinas de los partidos fueron el principal objetivo de la furia de los alborotadores, que destrozaron todo lo que encontraron. También dañaron coches particulares y edificios privados. La Policía intervino enérgicamente utilizando gases lacrimógenos para detener los ataques.
Las fuerzas policiales detuvieron a 56 personas, que serán acusadas de alteración del orden público y daños a la propiedad pública y privada. Según las autoridades serbias, seis policías resultaron heridos. Antes, miles de manifestantes participaron en una marcha pacífica de protesta contra el Gobierno.
Marchas y concentraciones similares se vienen celebrando desde hace meses tras la tragedia de la estación de tren de Novi Sad. "Nadie sabe cómo acabará esto. Pero todos sabemos cómo debería acabar: pacíficamente. Dejemos que el cobarde convoque elecciones y, si ama a su país, rebajará la tensión. Todos sabemos que la situación se calmará si se celebran elecciones", afirma Marko Markovic, uno de los manifestantes.
El presidente serbio, Aleksandar Vucic, afirmó en un mensaje de Instagram que "las máscaras han caído y todo el mundo ha visto las reacciones histéricas y la violencia" y prometió reparar los daños.
Today