El "muro político" de Bielorrusia se derrumbará, según la líder de la oposición

Berlín celebra los 35 años de la caída del Muro. Un día significativo, no sólo para Alemania. La líder de la oposición bielorrusa Sviatlana Tsikhanouskaya ha viajado a Berlín para conmemorar la ocasión. Para muchos ciudadanos bielorrusos, la caída del Muro de Berlín tiene un significado muy especial.

"El muro dividía el Berlín oriental del occidental, la vida mejor de la peor. Lo que era un muro físico (en Berlín), ahora es un muro político en Bielorrusia", afirma Tsikhanouskaya.

El 9 de noviembre de 1989 marca el inicio de la caída del Muro de Berlín. La gente, separada de familiares y amigos durante más de 28 años, pudo por fin reunirse. Hizo falta mucho valor para que la gente luchara por la libertad contra la brutalidad de la Stasi. Pero la Revolución pacífica contribuyó enormemente a derribar el muro.

Tsikhanouskaya: "El Muro de Berlín no cayó solo"

Al igual que la población de la antigua RDA, la de Bielorrusia vive bajo la amenaza constante de las represiones impuestas por el gobernante bielorruso Alexander Lukashenko. Pero sólo ellos mismos pueden detenerlo, afirma Tsikhanouskaya.

"El Muro de Berlín no cayó solo", subraya la líder de la oposición. "El pueblo alemán luchó a diario por la caída de este muro". Los ciudadanos de Alemania Occidental animaron a los de Alemania Oriental a luchar por su libertad. Del mismo modo, el pueblo bielorruso también necesita el apoyo de las democracias de todo el mundo, señala Tsikhanouskaya.

"Estoy segura de que el muro de Bielorrusia se derrumbará. Por supuesto, depende de nosotros, los bielorrusos, pero también de la solidaridad mundial". "No podemos derrumbar este muro político nosotros solos. Necesitamos aliados. Necesitamos solidaridad. Necesitamos ayuda", insta Tsikhanouskaya.

No se debe dejar a la gente de Bielorrusia "mano a mano con esta máquina brutal y represiva". "Cuando sientes solidaridad (...) te sientes realmente inspirado", afirma Tsikhanouskaya.

El papel de las democracias occidentales

"Bielorrusia está en primera línea de la lucha contra una dictadura", pero para que el "muro político" de Lukashenko caiga, Occidente debe seguir ejerciendo una fuerte presión sobre la dictadura de Lukashenko, afirma Tsikhanouskaya. Por ejemplo, mediante el aislamiento político, "para enviar una señal clara al dictador de Bielorrusia", afirma Tsiksanouskaya.

Ayudar al pueblo bielorruso en su difícil camino hacia la libertad significa hacer que los responsables rindan cuentas. "La gente de Bielorrusia debe sentir que todos los crímenes no quedarán impunes", explica Tsiksanouskaya.

Al igual que en la revolución pacífica, los bielorrusos lucharon por su libertad en 2020, tras las elecciones falsificadas. Muchos fueron brutalmente golpeados por la Policía, los luchadores por la libertad fueron encarcelados y muchos tuvieron que huir al exilio.

Pero el Muro de Berlín tampoco se derrumbó de repente por sí solo, afirma Tsikhanouskaya. "Fue necesario el trabajo monótono de muchísimas personas en aquella época". El cambio llega a menudo de forma inesperada, pero hay que luchar por él. Como ocurrió con el derrumbe del Muro de Berlín hace 35 años.