Karol Nawrocki jura su cargo: ¿Cómo será la presidencia del candidato de la extrema derecha polaca?

La presidencia de Karol Nawrocki se distinguirá por la intensidad de sus iniciativas legislativas, afirma la politóloga y directora del Centro de Investigación de la Opinión Pública, Ewa Marciniak. "El presidente anuncia que tiene muchas leyes preparadas que remitirá a la mayoría parlamentaria", afirma esta experta. "Ahora, por supuesto, está la cuestión de si estos proyectos de ley son aceptables, dadas las circunstancias económicas y financieras en las que se encuentra Polonia. Esto no lo sabemos, pero promete ser una presidencia legislativamente activa".
Según Marciniak, el nuevo presidente polaco se diferencia de su predecesor Andrzej Duda (quien deja el Palacio Presidencial después de 10 años) en sus respectivas personalidades: "Mientras que del expresidente Duda se puede decir que tiene una personalidad blanda, la opinión pública cree que Nawrocki es más duro, que se esfuerza por conseguir sus objetivos e intenta alcanzarlos, recabando para ello el apoyo adecuado entre los políticos que forman su entorno administrativo".
"Las primeras leyes, su primera visita... Esto será algo que, cuando ocurra se convertirá en la base de la imagen pública de Karol Nawrocki", afirma Marciniak. La politóloga explica que existe un estado de cohabitación, es decir, el presidente y el primer ministro de la coalición proeuropea gobernante, Donald Tusk, proceden de entornos políticamente rivales.
"Algunos de mis colegas académicos creen que no habrá una cohabitación, que deberíamos olvidarnos por completo de este término, que será una batalla permanente por ver quién arrinconará al otro y quién vencerá la batalla en términos de imagen y políticas. Pero también es importante recordar que no son los políticos los que tienen que entrar en esta refriega política, porque los ciudadanos seguimos siendo el sujeto de la política. O perdemos o ganamos como sociedad", opina la experta.
Según la mayoría de los polacos, Karol Nawrocki no establecerá una cooperación armoniosa con el Gobierno de Donald Tusk, según la última encuesta realizada por United Surveys para Wirtualna Polska. El riesgo de conflicto entre el jefe del Estado y el Consejo de Ministros es percibido hasta por el 62,1% de los encuestados. Solo un 21,4% cree en un futuro acuerdo entre ambos.
Nawrocki provoca un giro fuerte hacia la extrema derecha
"No sé hasta qué punto [su política nacionalista] permitirá una buena relación entre el interés nacional de Polonia y el interés de Polonia como miembro de la Unión Europea y de la comunidad mundial", dice Marciniak, "Así que aquí, en mi opinión, existe una gran tarea, que se comprobará mediante la actitud hacia Ucrania en su lucha contra la Federación Rusa", explica.
En la primera vuelta de las elecciones presidenciales, el candidato Slawomir Mentzen de Konfederacja, uno de los partidos más ultraderechistas de Polonia -e incluso más que Ley y Justicia (PiS) que abala a Nawrocki- obtuvo el 14,81% de los votos. Aunque no pasó a la segunda vuelta, este pidió a Karol Nawrocki y al alcalde de Varsovia, Rafał Trzaskowski, enfrentados en la segunda vuelta, que firmaran un documento que él había preparado. Maricniak recuerda que Nawrocki firmó la llamada Declaración de Torun: "Esto situaría al nuevo presidente en el entorno ideológico de Konfederacja y no en el de PiS".
Según la experta, existe una posibilidad de que se produzca algún tipo de unificación en el entorno de la derecha. "Sobre todo porque estará presente el factor anti-Tusk que, según las primeras palabras del nuevo presidente, este es uno de sus principios clave: estar en contra de la coalición gobernante".
La falta de experiencia política no lastró al historiador de la ultraderecha
La politóloga destaca la falta de experiencia política de Nawrocki. Anteriormente fue presidente del Instituto del Recuerdo Nacional (IPN) y director del Museo de la Segunda Guerra Mundial. "Actividades administrativas, pero no políticas", dice Maciniak, aunque "tintadas de colores ideológicos", y añade: "Tendrá que construir de nuevo su posición, y estas etiquetas que se le han pegado durante la campaña electoral sugieren que no será una tarea fácil, porque, los jefes de Estado suelen tener experiencia".
Las etiquetas a las que se refiere Maciniak se refieren a la vida privada de Karol Nawrocki. "La más crucial es la situación poco clara a la hora de conseguir un piso. Lo segundo son estas peleas deportivas, estos montajes, que por mucho que algunos líderes de la derecha mostraran que es algo normal, pues no lo es. Y creo que estas son las dos cuestiones que van a tener un impacto bastante duradero en él", opina la politóloga.
Durante la campaña presidencial, Nawrocki fue recibido en la Casa Blanca por el presidente estadounidense Donald Trump. También recibió el apoyo de George Simion, candidato presidencial rumano de extrema derecha. "Creo que esta primera visita al extranjero será a El Vaticano o a Estados Unidos", argumenta Ewa Marciniak.
La directora del CBOS destaca que, hasta ahora, Karol Nawrocki lidera la confianza pública en muchas encuestas. "Esto es algo raro, porque se trata de un crédito muy grande, la gente aún no sabe del todo cómo será. Esta muestra de confianza refleja una cierta esperanza una parte del pueblo polaco. Pero también una parte, del 35-36%, ve a Karol Nawrocki con desconfianza, así que como nuevo presidente tendrá que gestionar dicha desconfianza".
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