Últimas negociaciones para reducir la contaminación por plásticos

¿Está al alcance de la mano un tratado mundial para acabar con la contaminación por plásticos? Reunidos en Ginebra del 5 al 14 de agosto, los delegados de un centenar de países, incluida la UE, abordan el problema en su origen con el fin de fijar objetivos vinculantes de reducción de la producción de plástico.
"Tenemos que tomar medidas urgentes. Esto no puede resolverse sólo con la gestión de residuos. Tenemos que tomar medidas sistémicas en toda la cadena de suministro, lo que incluirá producir menos plásticos, sobre todo plásticos que no son esenciales para la sociedad", dijo a 'Euronews' Richard Thompson, profesor de biología marina de la Universidad de Plymouth, incluido en la lista de las 100 personas más influyentes de 2025 de 'Time' por su trabajo sobre los microplásticos y coordinador de la Coalición Científica para un Tratado Eficaz sobre los Plásticos.
Por otro lado, exportadores de petróleo y gas como Arabia Saudí, Irán y Rusia, apoyados por China, quieren limitar el alcance del texto y circunscribirlo a la gestión de residuos y el reciclaje. "Algunos países están preocupados por las implicaciones financieras, sobre todo si son un país que exporta mucho petróleo y gas, que es la principal fuente de carbono para los plásticos. Además, si son un país que produce muchos productos plásticos, les preocupan las posibles implicaciones financieras", añade el científico.
La Comisión Europea, que participa en las negociaciones, reclama un tratado que abarque todo el ciclo de vida de los plásticos, desde su producción hasta su eliminación. También apoya la eliminación progresiva de determinados plásticos peligrosos para la salud y el medio ambiente.
460 millones de toneladas
Richard Thompson pide a los negociadores que actúen para poder "mirar a los ojos a la próxima generación". "La contaminación por plásticos es un problema medioambiental mundial. El plástico contamina nuestros planetas, literalmente, desde nuestros océanos más profundos hasta nuestras montañas más altas. Está presente en el hielo desde el mar Ártico hasta el ecuador", afirma el científico.
"Los microplásticos a los que he dedicado gran parte de mi carrera profesional están ahora presentes en el aire que respiramos, el agua que bebemos y los alimentos que comemos", añade. Cada año se producen 460 millones de toneladas de plástico. El 81% de los productos de plástico acaban como residuos en menos de un año. De estos residuos, sólo el 9% se recicla, el 20% se incinera, más del 20% se abandona en la naturaleza y casi la mitad acaba en vertederos.
Objetivos ambiciosos
Según Richard Thompson, un tratado ambicioso debe "abordar todo el ciclo de vida de los plásticos". También pide que se regulen las "16.000 sustancias químicas utilizadas en la producción de plásticos, 4.000 de las cuales son potencialmente nocivas".
En su opinión, el tratado debería establecer criterios de sostenibilidad para diseñar plásticos y productos de plástico que sean reutilizables o duren más, contengan menos microplásticos y puedan reciclarse en una economía circular. Sería necesario un etiquetado adecuado para poder reconocer estos productos.
Por último, subraya la necesidad de pensar en una financiación adecuada para no excluir a los países más pobres. El tiempo apremia: las negociaciones, en las que participan delegados de 176 Estados miembros de la ONU, ONG, científicos e industriales, finalizan el 14 de agosto. El proceso se inició en marzo de 2022.
En la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, 175 países adoptaron una resolución para negociar un texto vinculante de lucha contra la contaminación por plásticos. La quinta sesión de negociaciones, a finales de 2024 en Busan (Corea del Sur), que debía ser la última, no logró alcanzar un acuerdo.
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