China corta lazos con el presidente checo por su visita al Dalai Lama

China dice haber suspendido todos los lazos con el presidente checo Petr Pavel por su reciente encuentro con el Dalai Lama, tensando aún más las relaciones entre Pekín y Praga. Durante un viaje privado a la India realizado el mes pasado, Pavel se reunió con el líder tibetano exiliado para felicitarle por su 90 cumpleaños.

El Dalai Lama vive en la ciudad india de Dharamshala -en el lado sur del Himalaya- desde que huyó de la ocupación china del Tíbet en 1959. Pekín considera al Tíbet parte de su territorio y acusa al líder espiritual de ser una figura separatista. La reunión "contraviene gravemente el compromiso político contraído por el Gobierno checo con el chino, y daña la soberanía y la integridad territorial de China", declaró el martes el Ministerio de Asuntos Exteriores chino en un comunicado. "China lo deplora enérgicamente y se opone firmemente, y ha presentado serias protestas ante la parte checa. En vistas de la gravedad de la acción provocadora de Pavel, China decide cesar todo compromiso con él", ha añadido.

La oficina presidencial checa no ha respondido inmediatamente a la declaración de Pekín, afirmando que el Dalai Lama había invitado a Pavel a visitar el país y que nadie del Gobierno le había acompañado a la India. "El presidente Pavel aprovechó la oportunidad de separarse de la delegación a su regreso de una visita de trabajo a Japón para felicitar personalmente al Dalai Lama", declaró la oficina presidencial el mes pasado. La presidencia checa es un cargo en gran medida ceremonial, pero prestigioso. El difunto presidente checo Vaclav Havel, el primer dirigente poscomunista del país, era amigo del Dalai Lama.

Las relaciones entre China y la República Checa se han deteriorado en los últimos años. Poco después de su elección como presidente checo en enero de 2023, Pavel enfureció a Pekín al mantener una llamada telefónica con la entonces presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen. La República Checa, como la mayoría de los países, no mantiene lazos diplomáticos formales con Taiwán, pero sí contactos informales con la isla considerada por Pekín como territorio propio, escindida de la China continental tras el triunfo de la revolución maoista en la guerra civil.