La socialista Ribera se convierte en la nueva mano derecha de Von der Leyen

Cuando Ursula von der Leyen decidió a quién asignar la codiciada cartera de Competencia, las quinielas apuntaban los candidatos económicos más potentes. El responsable de Competencia de la UE cuenta con un poder considerable, capaz de bloquear fusiones, multar a grandes empresas y prohibir subvenciones estatales que distorsionen el mercado. A diferencia de otros comisarios, no necesita la aprobación de los gobiernos ni de los eurodiputados para tomar decisiones.

Bajo la década de mandato de Margrethe Vestager como jefa de antimonopolio de la UE, esta función adquirió aún más influencia. La danesa Vestager, conocida por su carisma e iniciativa, se convirtió en una de las figuras más reconocidas de la UE. Su mandato fue testigo de casos muy sonados contra gigantes tecnológicos como Google y Apple y de ayudas sin precedentes a empresas, que suscitaron tanto elogios como polémica.

El nombre de Teresa Ribera surgió como aspirante al puesto de Competencia a finales del proceso de selección, suscitando inquietudes por su escasa experiencia en Derecho de la competencia.

Ribera, una de las ministras más influyentes del Gobierno de Pedro Sánchez, se ha centrado principalmente en cuestiones medioambientales a lo largo de su carrera, sobre todo en la lucha contra el cambio climático.

Sin embargo, personas del entorno de Von der Leyen confirmaron que la presidenta de la Comisión buscaba a alguien que no sólo pudiera ocuparse de los aspectos técnicos de la función de competencia, sino también encarnar la influencia y el reconocimiento que Vestager aportaba al cargo.

Como su equipo carecía de un candidato con la misma mezcla de carisma y experiencia, y varios de los recién nombrados tenían poca experiencia gubernamental, Ribera era la principal sospechosa para ocupar ese puesto.

La mano derecha

En un principio, Ribera fue vista como posible sustituta de Frans Timmermans, artífice del Pacto Verde europeo. Ha ocupado diversos cargos en instituciones internacionales, como Naciones Unidas y el Foro Económico Mundial, y ha desempeñado un papel clave en la negociación del Acuerdo de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.

Ribera es una firme opositora a los combustibles fósiles y la energía nuclear, y adquirió relevancia en Bruselas durante las conversaciones sobre la reforma del mercado energético de la UE.

En cierto modo, se ha asegurado el puesto que se esperaba que ocupara en un principio, al encargársele la continuación del Pacto Verde y su transformación en un Pacto Industrial Limpio.

Antes de su nombramiento por Von der Leyen, Ribera ocupaba el cargo de vicepresidenta del Gobierno de España y Ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, lo que significa que ya estaba trabajando para mantener a su país en la senda del objetivo de reducción del 90% de las emisiones para 2040 en virtud de la Ley Europea del Clima.

Ahora, al sustituir formalmente a Vestager y asumir muchas de las responsabilidades de Timmermans, Ribera es vista como la probable mano derecha de Von der Leyen, preparada para convertirse en la figura principal entre los seis Vicepresidentes Ejecutivos.

El reto de Competencia

Aunque la experiencia de Ribera en materia de medio ambiente está bien asentada, el Derecho de la competencia representa un nuevo y complejo reto para ella, teniendo en cuenta además que seguirá estando en el punto de mira dada la promesa de Von der Leyen de un "nuevo enfoque" de la política de concentraciones.

Uno de sus mayores retos será sortear las recientes sentencias del Tribunal de Justicia de la UE, que han restringido la autoridad de la Comisión en asuntos antimonopolio, sobre todo a raíz de la decisión sobre la fusión Illumina-Grail.

Esta sentencia ha limitado el uso por parte de la Comisión de la herramienta de la "adquisición asesina", que Vestager utilizaba anteriormente para examinar las adquisiciones de escasos ingresos, especialmente en los sectores tecnológico y sanitario.

En un post en la plataforma de medios sociales X, Vestager dijo que esto "limita la posibilidad de actuar sobre las adquisiciones asesinas", mientras que el informe de Draghi también aboga por "cambiar las prácticas operativas y actualizar las directrices para que el actual Reglamento sobre fusiones se ajuste a su finalidad".

Ante las numerosas peticiones de que se abra la caja de pandora para reabrir la normativa de fusiones de la UE, Von der Leyen ha pedido a Ribera en su carta de misión que trabaje para modernizar la política de competencia e incluya una revisión de las Directrices de Control de las Concentraciones Horizontales, así como que se centre en abordar los riesgos de las adquisiciones asesinas en un intento de encontrar formas de convivir con la sentencia.

Otro aspecto clave será el desarrollo de un nuevo marco de ayudas estatales que complemente el Acuerdo Industrial Limpio y acelere el despliegue de las energías renovables en toda la UE.

Aunque Ribera se ocupará de las economías de plataforma y de hacer cumplir la Ley de Mercados Digitales, gran parte de la responsabilidad de la economía digital parece estar pasando a Henna Virkkunen, lo que refleja una redistribución de funciones dentro de la Comisión.