Albania insiste en que el acuerdo de migración con Italia es "exclusivo", mientras otros países se interesan por él

Los Gobiernos que quieran replicar el acuerdo alcanzado entre Italia y Albania para externalizar la tramitación de las solicitudes de asilo no deberían buscar un socio en el país balcánico, declaró a 'Euronews' el primer ministro albanés, Edi Rama. "Es un acuerdo exclusivo con Italia, porque queremos a todo el mundo, pero con Italia tenemos un amor incondicional", dijo Rama el jueves en el Parlamento Europeo.

Su reiterada advertencia se produce días después de que la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, dijera que su homólogo británico, Keir Starmer, había expresado "gran interés" en el plan, y mientras la deslocalización de los procedimientos de asilo gana adeptos entre las capitales de la Unión Europea (UE).

Albania ofrece una solución pragmática, explicó Rama, negando también que el acuerdo fuera una contrapartida a los esfuerzos de Italia por empujar al país por la senda de la adhesión a la UE. Albania es candidata oficial a ingresar en el bloque desde hace una década.

"Decidimos hacer esto (el acuerdo migratorio) por un sentimiento de responsabilidad como vecinos, como europeos", dijo. "Sin duda es mejor que luchar ideológicamente sobre este asunto y no hacer nada".

Centros de acogida italianos en Albania

En virtud del acuerdo quinquenal alcanzado entre Tirana y Roma el pasado noviembre, los migrantes interceptados en el mar por las autoridades italianas serán trasladados a centros de acogida cercanos al puerto albanés de Shengjin, donde sus solicitudes de protección internacional serán tramitadas rápidamente por personal italiano.

Sólo se enviará allí a los migrantes procedentes de países considerados seguros por Italia y cuyas solicitudes, por tanto, es probable que sean rechazadas. A los solicitantes admitidos se les concederá asilo en Italia, mientras que los no admitidos serán detenidos y repatriados.

Los centros, construidos a expensas de Roma y sometidos a la jurisdicción italiana, aún no se han inaugurado, a pesar de que el Gobierno italiano de extrema derecha pretendía tenerlos en funcionamiento en la primavera de 2024. El objetivo declarado de Roma es tramitar hasta 36.000 solicitudes al año en Albania.

Reacciones en Bruselas

Bruselas no se ha opuesto al acuerdo, alegando que "queda fuera" del ámbito de la legislación de la UE. La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, ha elogiado el acuerdo, a pesar de las advertencias de defensores de los derechos humanos, que alegan que los inmigrantes podrían sufrir "largas detenciones y otras violaciones" y quedar atrapados en un limbo jurídico.

En una carta a los líderes de la UE, Von der Leyen describió el acuerdo como un "ejemplo de pensamiento innovador" que puede ayudar a los países a controlar el creciente número de llegadas irregulares. Ahora ha encargado al nuevo comisario responsable de Migración que "dirija las reflexiones sobre soluciones operativas innovadoras" a la migración irregular, término eufemístico para referirse al éxodo.

El acuerdo de Meloni con Albania, que forma parte de los esfuerzos del Gobierno de extrema derecha para reducir la migración a Italia, ha despertado curiosidad en las capitales de dentro y fuera del bloque.

15 países de la UE consideran externalizar

En una carta conjunta dirigida a la Comisión en mayo, 15 Estados miembros instaron al bloque a "basarse en modelos como el Protocolo Italia-Albania", como parte de una iniciativa conjunta para externalizar parcialmente la política de Migración y Asilo de la UE.

En los últimos años, la migración se ha convertido en una de las prioridades de los países de la UE, ya que la creciente preocupación por el aumento de las llegadas irregulares alimenta el capital político de los partidos de extrema derecha, antes marginales.

El comisario alemán de Migración, Joachim Stamp, del Partido Democrático Libre (FDP), sugirió recientemente que las instalaciones financiadas por el anterior Gobierno conservador del Reino Unido en Ruanda podrían utilizarse como parte de un plan europeo para alojar a inmigrantes no autorizados.

"Actualmente, no tenemos ningún tercer país que se haya presentado, con la excepción de Ruanda", declaró Stamp a principios de mes en un 'podcast' de la emisora alemana 'Table Media'.

El Gobierno de Keir Starmer desechó en julio el polémico acuerdo entre el Reino Unido y Ruanda, que se diferenciaba del acuerdo entre Italia y Albania en que el anterior Gobierno británico no estaba dispuesto a ofrecer asilo en el Reino Unido a los solicitantes procesados en el extranjero.

Pero el recién elegido primer ministro de izquierdas está interesado en el protocolo Italia-Albania. Starmer se reunió con Meloni en Roma la semana pasada y afirmó que "estudiaría" el acuerdo, como parte del enfoque "pragmático" del Reino Unido para reducir las llegadas irregulares.