Preocupación en Bruselas tras la retirada parcial de tropas de EE.UU. en Rumanía
La decisión del secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, de retirar una brigada de infantería de Rumanía ha reavivado los temores a un repligue mayor por parte de la Administración estadounidense.
Los expertos advierten de que una retirada repentina y descoordinada podría socavar la seguridad europea y envalentonar a Rusia, mientras los europeos se apresuran a rearmarse al ritmo más rápido desde el final de la Guerra Fría. Estados Unidos anunció que la brigada de casi 800 soldados volverá a su base de Kentucky y no será reemplazada.
El exnegociador estadounidense para Ucrania, Kurt Volker, cree que el anuncio no es el mensaje que Estados Unidos debe enviar a Putin en estos momentos. "No creo que la Casa Blanca hubiera querido esto; simplemente no está muy bien coordinado", asegura desde su casa cerca de Washington.
"Podría ser incluso otro caso de desbocamiento del Pentágono", afirma Volker. "Toman una decisión de la que no se informa a la Casa Blanca, y tienen que dar marcha atrás", apunta en referencia a casos anteriores en los que Hegseth canceló el suministro de sistemas de defensa antiaérea a Ucrania, pillando desprevenidos a la Casa Blanca y a Kiev.
Sin embargo, un funcionario de la Casa Blanca asegura a 'Euronews' que las partes "pertinentes y necesarias" estaban al corriente de la decisión. "Esta se tomó mientras las naciones europeas continúan atendiendo el llamado del presidente Trump para aumentar su postura de fuerza, gastar más en Defensa y asumir una mayor responsabilidad para proteger la región", expresa este portavoz gubernamental.
¿Fue prematura la medida?
Los Estados de la OTAN se han preparado para que Estados Unidos retire un número significativo de tropas del territorio europeo, en línea con un cambio de prioridades ampliamente anunciado en la Administración Trump. Esta ha sido explícita sobre su reposicionamiento geoestratégico, con un mayor enfoque en el mar de China.
Los países europeos de la OTAN y Canadá se han comprometido a absorber la carga de la seguridad europea, incluido el coste del apoyo militar a Ucrania. Sin embargo, el espectro de una retirada de tropas repentina, descoordinada y drástica por parte de Estados Unidos y que dejaría vulnerable el flanco oriental de Europa, sigue preocupando al resto de la Alianza Atlántica.
Volker afirma que la reciente medida de Hegseth parece "prematura", dadas las actuales tensiones entre Estados Unidos y la negativa del presidente ruso Vladímir Putin a entablar negociaciones significativas para poner fin a la guerra en Ucrania.
El presidente estadounidense, Donald Trump, acordó recientemente reunirse con Putin en Budapest en un intento de reactivar las estancadas conversaciones de paz, pero ha cancelado la iniciativa después de que el Kremlin se negara a dar marcha atrás en sus exigencias maximalistas sobre Ucrania.
Aunque la cifra de 800 soldados retirados es relativamente baja frente a los aproximadamente 85.000 soldados restantes, la decisión transmite un mensaje político al mundo sobre las intenciones de Estados Unidos para la seguridad europea, afirma Volker.
Este enviado de Trump a Ucrania durante su primera Administración, así como embajador de Estados Unidos ante la OTAN bajo George W. Bush, dice no comprender la lógica militar aplicada a la decisión de retirar las tropas en este momento en particular. "El anuncio no parece haber incorporado factores como la rapidez con la que los europeos gastan más en Defensa, y si son capaces de compartir más la carga del continente", opina Volker.
"Hay un calendario que está implicado en esto y hay que considerar cuál es la mezcla de fuerzas, cuál es el mejor lugar para retirarse. Ahora estamos en una presencia de tropas bastante alta, la más alta en 30 años", explica Volker, señalando que bajo la presidencia de Barack Obama, las tropas estadounidenses se redujeron a tan solo 30.000 en Europa.
Rusia es un problema inmediato
El nombramiento de Elbridge Colby como subsecretario de Defensa de Estados Unidos también ha suscitado preguntas sobre los planes futuros en Europa. Colby lleva mucho tiempo abogando por un cambio transformador de las prioridades estadounidenses hacia China y sus posibles planes de invadir Taiwán. "Rusia es un problema inmediato", dice Volker. "Y China está observando atentamente cómo tratamos con nuestros aliados y cómo nos enfrentamos a Rusia".
El Pentágono tiene previsto publicar una revisión de la postura global para determinar dónde deben estacionarse las tropas estadounidenses en todo el mundo. Se desconoce el momento exacto de la revisión, que podría producirse a principios de 2026, pero las capitales europeas de la OTAN temen que el resultado las deje expuestas en medio de la guerra híbrida que está llevando a cabo Rusia.
En las últimas semanas, una hilera de aviones no tripulados, presuntamente rusos, y cazas rusos han violado el espacio aéreo de la OTAN en varios países, como Polonia, Rumanía y Dinamarca. Las capitales occidentales están convencidas de que estas incursiones en el espacio aéreo forman parte de las maniobras de Putin para poner a prueba la unidad de la OTAN y dividirla.
Mientras tanto, el exembajador estadounidense ante la OTAN, Ivo Daalder, afirma que el presidente de EE.UU. está poniendo sus miras en una gran confrontación con el hemisferio occidental, en particular en Venezuela. EE.UU. ha acusado al presidente Nicolás Maduro de estar a cargo de un narcoestado y ha asesinado al menos a 61 personas en hasta 16 embarcaciones sin ofrecer pruebas de sus actividades presuntamente ilícitas.
Daalder, que fue embajador de EEUU ante la OTAN entre 2009 y 2013, cree que la Administración Trump está a punto de embarcarse en una reorientación total de la política exterior estadounidense. "Lo que estamos viendo es una desvinculación de Estados Unidos de la seguridad europea. Europa está cada vez más sola", añade.
Atención reorientada hacia el Sudeste Asiático
"Ahora, en el Caribe, Estados Unidos no solo ha desplegado una séptima parte de su Armada. Ha desplegado más poder militar que en cualquier otro momento desde 1962, que fue durante la crisis de los misiles cubanos", declara Daalder desde su casa en Chicago.
El presidente estadounidense acaba de finalizar un viaje de cinco días por Asia que ha incluido paradas en Japón, Corea del Sur, Malasia y China. La reunión con el presidente de China, Xi Jinping, parece haber zanjado las tensiones entre ambas partes por el régimen arancelario de mano dura que Trump ha aplicado en los últimos meses.
"Creo que vuelve de su viaje a Asia creyendo que ha estabilizado esa situación económica por ahora", opina Daalder. "Y puede volver a lo que quiere hacer, que es centrarse ante todo en América Latina, Venezuela o Colombia", concluye.
Today