Las crisis políticas están obstaculizando al eje franco-alemán
El motor franco-alemán se resiste. En una posición débil en casa, a los líderes francés y alemán les resultará más difícil defender su agenda en la escena europea. En Alemania, el Gobierno de coalición del "fuego tricolor" -formado por los socialdemócratas (SPD), los demócratas liberales (FDP) y Los Verdes- se vino abajo después de que el canciller Olaf Scholz destituyera al ministro de Finanzas, Christian Lindner, presidente del Partido Demócrata Liberal (FDP).
Al otro lado del Rin, el presidente francés Emmanuel Macron disolvió la Asamblea Nacional en junio y convocó elecciones generales anticipadas tras el avance de la extrema derecha en las elecciones europeas.
Aunque no duda en hablar de "crisis política" en los dos vecinos, Jacob Ross, investigador de la Sociedad Alemana de Política Exterior (DGAP), recuerda que Emmanuel Macron fue "rechazado por el electorado francés" en las elecciones europeas y en las parlamentarias anticipadas, mientras que Olaf Scholz fue "rechazado por sus propios socios de coalición".
"Las elecciones anticipadas mostrarán si él [Olaf Scholz] será realmente castigado por el electorado alemán, o si se trató de una crisis interna de la coalición", añade el investigador.
Dos líderes debilitados
"Las elecciones anticipadas en Francia a lo largo del verano han debilitado realmente a Macron y han impactado en su margen de maniobra en las discusiones europeas sobre la deuda común", explica Jacob Ross a 'Euronews'.
Por ejemplo, Emmanuel Macron "estaba en una posición mucho más débil que antes de las elecciones anticipadas y de las elecciones europeas" cuando se publicó el Informe Draghi sobre la competitividad de la UE, señala el investigador.
Debilitado por la crisis de su Gobierno, el canciller alemán Olaf Scholz también tendrá más dificultades para tener peso en la mesa de debate. Tras la elección de Donald Trump, el primer ministro polaco, Donald Tusk, anunció que se reuniría con sus homólogos europeos para debatir la política de Defensa de la UE.
Mientras que los líderes de la OTAN, Reino Unido, Francia, los países bálticos y los países escandinavos serán invitados a la mesa, el canciller alemán, Olaf Scholz, no ha recibido invitación. Ucrania también podría sufrir esta situación si los líderes se esfuerzan por hablar con una sola voz, según el experto.
Sin embargo, el Reino Unido, los países bálticos y los países de Europa Central y Oriental podrían salir ganando y beneficiarse de la apertura de una ventana de oportunidad ligada al debilitamiento del liderazgo franco-alemán, opina.
Divide y vencerás
La crisis política alemana ha llegado en un mal momento. El inminente regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, que tendrá la tentación de dividir a la UE para gobernar mejor, llamaría más bien a los 27 a mantenerse unidos.
"Donald Trump tiene todo el interés en bilateralizar las relaciones transatlánticas porque sabe que si habla bilateralmente con Viktor Orban, Emmanuel Macron, Olaf Scholz o su sucesor, tendrá mucho más peso en las discusiones arancelarias y sobre defensa europea que si habla con un bloque de 27 Estados miembros de la UE que tienen una posición común", cree Jacob Ross.
La amenaza de recesión que se cierne sobre Alemania por segundo año consecutivo podría frenar aún más el motor franco-alemán. Jugando con el tiempo, Olaf Scholz ha dicho que está dispuesto a organizar un voto de confianza este año, lo que allanaría el camino para unas elecciones anticipadas a principios del año que viene.
El tiempo se acaba. Alemania, la mayor economía de la UE, estará centrada en la campaña electoral, en un momento en el que Trump reaparece y amenaza con imponer aranceles a las importaciones europeas.
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