Una nueva ley lingüística de Eslovaquia hace temer por los derechos de la minoría húngara
Un proyecto de ley eslovaco que reprimiría el uso de lenguas minoritarias en público ha suscitado preocupación por los derechos de la población húngara del país.
La propuesta de modificación de la ley eslovaca sobre lenguas establece que el texto en eslovaco debe aparecer en primer lugar en los carteles y anuncios públicos, y que las lenguas minoritarias estarían prohibidas en el transporte público y en lugares como las oficinas de correos, según informan los medios de comunicación locales.
Las personas que incumplan la legislación se enfrentarían a multas de hasta 15.000 euros. Eslovaquia adoptó una enmienda similar en 2009 que hacía del eslovaco la lengua obligatoria para los funcionarios, lo que provocó una disputa diplomática con Hungría.
Los dos Estados excomunistas se han enfrentado repetidamente por la forma en que Eslovaquia ve y trata a la minoría húngara, aunque las relaciones entre los miembros de la OTAN y la UE han mejorado recientemente debido a las posturas nacionalistas similares que comparten el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, y su homólogo eslovaco, Robert Fico.
Legisladores eslovacos de la oposición y expertos en derechos humanos han afirmado que esta última propuesta es más estricta que la enmienda de 2009, y les preocupa que pueda perjudicar a las empresas, reducir la competitividad del país y atraer críticas de la UE.
"La enmienda a la ley lingüística elaborada por el Ministerio de Cultura eslovaco es absurda, va dirigida contra la minoría húngara y retrotrae a Eslovaquia a la década de 1990", declaró René Parák, diputado del partido Libertad y Solidaridad (SaS), en una reciente rueda de prensa.
"Esta ley, impregnada de nacionalismo, ha restringido a menudo y sigue restringiendo los derechos de la población del país a difundir y recibir libremente información en su lengua materna, y también restringe la libertad de empresa", afirmó.
La ley "garantizará un control estatal eficaz", según el Gobierno
La ministra eslovaca de Cultura, Martina Simkovicová (del Partido Nacional Eslovaco), ha descartado las preocupaciones, y ha afirmado que el proyecto de enmienda "consolidará el estatus de la lengua estatal y garantizará un control estatal eficaz".
El Ministro de Asuntos Exteriores húngaro, Peter Szijjártó, declaró a los medios de comunicación locales que había hablado con el presidente del Parlamento eslovaco, Peter Ziga, y le había asegurado que cualquier modificación de la ley lingüística eslovaca no afectaría a los derechos de la minoría húngara del país.
Los húngaros representan aproximadamente el 8% de los 5,4 millones de habitantes de Eslovaquia, lo que los convierte en la minoría más numerosa del país, según los últimos datos del censo. Budapest gobernó Eslovaquia dentro del imperio austrohúngaro hasta su desintegración tras la Primera Guerra Mundial.
El primer ministro eslovaco, Robert Fico volvió al poder por cuarta vez el año pasado, después de que su partido de izquierdas Smer ganara las elecciones parlamentarias con una plataforma pro-rusa y anti-estadounidense.
La postura de Fico sobre la invasión de Ucrania por Rusia en 2022 (puso fin a la ayuda militar de su país a Ucrania y se opone a las sanciones de la UE a Moscú) le acerca al húngaro Orbán, y ambos líderes han pedido recientemente más fondos de la UE para luchar contra la inmigración ilegal.
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