EU DECODED: ¿Es posible que la carne sintética llegue pronto a los supermercados?
Para cultivar la carne en laboratorios, se recogen células de animales vivos y se multiplican en biorreactores. La materia resultante se enriquece con fibra y otros elementos para añadir textura y nutrición. Como la carne artificial no tiene hueso ni piel, su uso está previsto sobre todo para hamburguesas, nuggets y salchichas.
Aunque aproximadamente un 40% de la investigación en este campo la llevan a cabo entidades privadas en Europa, aún no existen normas comunes definidas por la Comisión Europea, en el ámbito del Reglamento sobre nuevos alimentos, para su comercialización en la UE.
«Si una empresa quiere presentar una solicitud y solicitar autorización de marketing sobre un alimento nuevo como, en este caso, la carne cultivada, la presenta, y la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) emite una opinión científica», explica Gerardo Fortuna, de Euronews.
En general, la Comisión Europea, que tendría la última palabra sobre su aprobación o no, sigue el dictamen científico de la EFSA, según Fortuna.
Italia fue el primer país de la UE en prohibir este nuevo alimento, pero casi la mitad de la UE ha expresado su preocupación por su posible impacto en la ganadería; entre ellos Francia, Grecia y Rumanía.
Este año se envió a la Comisión Europea una carta firmada por 12 Estados miembros en la que se solicitaba un debate público y una evaluación del impacto socioeconómico.
¿Cuestión de tradiciones y ética?
Los que se preocupan por la carne artificial temen que sustituya a la ganadería tradicional, que el proceso de fabricación consuma demasiada energía y agua.
Los que están a favor mencionan el bienestar de los animales y los beneficios de reducir la ganadería, como la reducción de emisiones de carbono.
Hemos preguntado a algunas personas en las calles de Roma y Berlín qué opinan de este nuevo alimento.
«Creo que tiene sentido para ciertos grupos que quieren el sabor y la textura de la carne pero no quieren matar animales», dijo un residente de Berlín. «Estoy en contra de la comida procesada y ultraprocesada. No sé si la carne sintética se considera comida procesada, pero diría que sí», añadió un ciudadano de Roma.
Pero esta innovación no solo plantea cuestiones económicas, sino también éticas, como argumentó Céline Imart, política francesa de centro-derecha que forma parte de la Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural del Parlamento Europeo.
«Considero muy importante arrojar luz e iniciar un debate y un diálogo con elementos basados plenamente en la ciencia. La ciudadanía europea debe saber en qué se está metiendo con esto; qué hay en juego a nivel ético, en cuanto a la relación entre animales y humanos», declaró a EU DECODED.
¿Y qué pasa con el etiquetado? ¿Importa llamarla carne sintética, carne cultivada en laboratorio o carne libre de sacrificio? Los expertos dicen que sí. Pero la gran pregunta sigue siendo: ¿la gente realmente se la comería?
Todos los detalles en el vídeo.
Periodista: Isabel Marques da Silva
Producción: Pilar Montero López
Producción de vídeo: Zacharia Vigneron
Grafismo: Loredana Dumitru
Coordinación editorial: Ana Lázaro Bosch y Jeremy Fleming-Jones
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