Productos químicos imperecederos: ¿Qué son y podrían prohibirse totalmente en la UE?
Thierry Mounib lleva 70 años viviendo en la ciudad francesa de Pierre-Bénite. Desde su infancia, ha disfrutado de la tranquilidad del mismo barrio mientras veía cómo la zona se desarrollaba y acogía cada vez más empresas industriales. Siempre fue consciente de los riesgos que entrañaba, pero nunca imaginó que un día se encontraría en el centro de uno de los mayores escándalos medioambientales de Francia.
En 2021, un periodista se puso en contacto con él durante una investigación periodística. Al año siguiente, saltó la noticia: se descubrieron niveles alarmantemente altos de sustancias químicas eternas en el agua, el suelo y el aire.
Dos años después de las revelaciones, el Ayuntamiento de Lyon ha emprendido acciones legales contra dos empresas químicas sospechosas de ser responsables: la francesa Arkema y la japonesa Daikin. Un juez acaba de ordenar un peritaje independiente para evaluar el alcance de la contaminación y la responsabilidad de las empresas.
Según Bruno Bernard, presidente del consejo metropolitano, el siguiente paso es aplicar el principio de 'quien contamina paga', que responsabilizaría económicamente a las empresas de los daños ambientales que causen. Los activistas esperan que esto pueda sentar un precedente en Francia.
Sin embargo, los habitantes de Pierre-Bénite tienen una nueva preocupación: la reanudación de las operaciones de una nueva unidad de Daikin que produce y almacena polímeros aditivos para la industria del automóvil, algunos de cuyos componentes son productos químicos imperecederos. Tras paralizar la producción durante cuatro meses, la ampliación de la empresa ha sido autorizada en virtud de las nuevas normas impuestas por el Estado.
¿Qué son exactamente los PFAS? ¿Por qué preocupan en toda Europa?
Los PFAS, abreviatura de sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas, son un grupo de miles de sustancias químicas sintéticas. Se denominan sustancias químicas eternas porque no se descomponen de forma natural en el medio ambiente.
Estudios científicos han detectado estas sustancias en el aire, el agua, el suelo, los piensos e incluso en la sangre humana. Se sospecha que algunos PFAS plantean graves riesgos para la salud humana, y las investigaciones los relacionan con distintos tipos de cáncer, enfermedades cardiovasculares y tiroideas, infertilidad y trastornos del sistema inmunitario, entre otras afecciones.
Estas sustancias químicas son muy resistentes y repelen muy bien el agua, la grasa y el aceite. Como resultado, pueden encontrarse en muchos artículos cotidianos, como envases de alimentos, chubasqueros, maquillaje impermeable e hilo dental. Los PFAS también se utilizan para producir tecnologías clave para las transiciones ecológica y digital, como semiconductores, baterías de coches eléctricos y turbinas eólicas.
¿Hacia una prohibición de los PFAS en la UE?
En 2024, la Unión Europea decidió restringir un nuevo subgrupo de PFAS - PFHxA y sus sustancias relacionadas - para algunos usos, incluidos los envases de alimentos, cosméticos y textiles de consumo. Sin embargo, actualmente sólo unos pocos PFAS están prohibidos en la UE.
Hoy, todas las miradas están puestas en una propuesta presentada por cinco países europeos en 2023. Alemania, Países Bajos, Suecia, Dinamarca y Noruega han solicitado una restricción importante de los PFAS en el marco de REACH, el reglamento de la UE sobre sustancias químicas.
La Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA) está evaluando la propuesta. Una vez finalizada, compartirá sus opiniones con la Comisión Europea, que, junto con los 27 Estados miembros, decidirá sobre la restricción.
Vea nuestro reportaje haciendo clic en el reproductor situado en la parte superior de este artículo: encontrará más información sobre los PFAS, visitará un polémico huerto de Lyon y verá una entrevista con el Director de Gestión de Riesgos de la ECHA, Peter van der Zandt.