El Museo del Louvre pone la moda sobre la mesa

"Aquí hay mucho ruido", señala con una sonrisa Loïc Prigent, periodista que asiste a las pasarelas de moda desde hace 30 años. Las creaciones italianas han sido las protagonistas de la Semana de la Moda de Milán, pero entre bastidores ha habido otro acontecimiento que da de qué hablar: la Gran Cena del Museo del Louvre.
Por primera vez, el museo parisino organiza un prestigioso banquete filantrópico. Treinta mesas reservadas con antelación se instalarán en el famoso patio Marly generando más de un millón de euros en fondos. El dinero recaudado se destinará a las misiones culturales y patrimoniales del centenario edificio.
Se espera la asistencia de más de 300 invitados cuidadosamente seleccionados. Aunque no cabe duda de que asistirán los principales actores de la moda y el arte, ¿podemos esperar también que acuda la 'flor y nata' del mundo del cine y la música, así como algunas personalidades políticas?
"Esa es la apuesta. El objetivo de la operación es lograr un eco que vaya más allá de la moda. Se puede esperar cualquier cosa", indica Loïc Prigent, que ya tiene su entrada para el evento. "Esta cena es una forma de que el Louvre se abra al mundo. El mensaje a los diseñadores es: ¡Venid a vernos, somos una fuente inagotable de inspiración para vuestras colecciones!".
Dinero a la mesa
La iniciativa también pretende atraer a mecenas. Sirva de recordatorio la adquisición en 2023, por el Museo de Orsay, de un famoso cuadro de Caillebotte, con la ayuda del gigante del lujo LVMH (número uno mundial del sector), por la notable suma de 43 millones de euros.
Sin fundaciones privadas, a los museos franceses les resulta difícil renovar sus colecciones y adquirir nuevas obras maestras. Sobre todo, frente a la competencia de los museos estadounidenses y de Oriente Medio. A modo de ejemplo, el presupuesto anual de adquisiciones del Museo de Orsay ha alcanzado un tope de 3 millones de euros.
La 'Gran Cena del Louvre' está financiada por Visa, empresa que cotiza en bolsa y líder en pagos digitales, y compañía socia del evento. La velada servirá de prueba antes de repetir la iniciativa. No cabe duda de que las repercusiones económicas serán examinadas con lupa por los museos franceses y europeos.
Comparada de forma un tanto caricaturesca con la famosa Gala MET de Nueva York, que el año pasado recaudó 26 millones de dólares estadounidenses, la velada de París pretende ser menos extravagante y más confidencial. Solamente se permitió acreditarse a unos pocos periodistas y fotógrafos.
Aunque para asistir al MET hay que pagar 70.000 euros (325.000 euros por una mesa completa), el Museo del Louvre no ha filtrado ninguna información y mantiene un estricto hermetismo en sus comunicaciones previas a la cena. Todas las solicitudes para lograr una entrevista, realizadas por 'Euronews', han sido denegadas.
Objetos de arte y objetos del mundo de la moda
Antes de sentarse a cenar, los invitados visitarán la exposición 'Louvre Couture' (abierta al público hasta el 21 de julio de 2025), dedicada íntegramente a la moda, sus fuentes y sus inspiraciones.
En la inmensidad del museo, es el discreto departamento de Objetos de arte, dedicado a la platería y los tapices, el elegido para este especial encuentro entre piezas de diseño y obras maestras.
Se trata de un gran acierto para estas salas, que suelen pasar desapercibidas en favor de los departamentos de Antigüedades Egipcias o Pinturas, donde La Gioconda, de Leonardo da Vinci, ocupa un lugar de honor.
"Nunca había visto tanta gente aquí", confiesa un guardia de seguridad algo desconcertado. El departamento, dirigido por Olivier Gabet, no ha sido elegido al azar. Comparte con la moda una historia común: la de la artesanía y el saber hacer.
Frente a una colección de tapices del siglo XVI, los vestidos de Dior, Chanel y Alexander McQueen se integran perfectamente en el decorado. Al descubrir la exposición, y el Louvre por primera vez, Simon Jacquemus, diseñador de la marca homónima, se sintió conmovido por estas poéticas confrontaciones a través del espacio y el tiempo.
Sesenta y cinco trajes y una treintena de accesorios de moda se exponen junto a objetos que van de Bizancio al Segundo Imperio. Junto a jarrones y relojes renacentistas, un bolso de Dolce & Gabbana pasa casi desapercibido. "Es impresionante ver hasta qué punto la moda y el arte se retroalimentan. Nos anima a contemplar estos objetos de otra manera", indica un joven visitante.
Atraer a un público nuevo
La exposición, que ocupa casi 9.000 metros cuadrados, forma parte de un esfuerzo por ampliar el tipo de público que visita el Museo del Louvre. "Estamos asistiendo a un verdadero auge de la moda en los museos", afirma Camille de Foresta, subastadora y vicepresidenta de Christie's Francia. "Organizar esta 'Gran Cena' durante la exposición es una elección obvia", añade.
Ya en 2022, la exposición aniversario de Yves Saint Laurent, celebrada en seis museos parisinos, ilustró la continuidad de los vínculos entre moda y arte, y en cierto modo allanó el camino para la exposición del Museo del Louvre y su 'Gran Cena'.
"De Chile a Australia, cada vez son más los museos que compran y exponen piezas de alta costura", afirma Camille de Foresta. Las exposiciones de moda baten récords de asistencia.
Víctima de su propio éxito, el catálogo 'Louvre Couture', del que se han vendido más de 10.000 ejemplares, ha tenido que reeditarse. "Cuando tenemos una pieza de época de Balenciaga, la vendemos como si fuera un cuadro de Claude Monet. No hacemos distinciones. A veces, los diseñadores de moda vienen a Christie's solamente en busca de inspiración", indica.**
Puede que el arte no necesite a la moda, pero todos los expertos coinciden en que la moda necesita al arte. Camille de Foresta añade entusiasmada: "Esta exposición y esta cena van a suscitar chispas creativas. ¡Qué oportunidad!".
Emmanuel Macron en la cabecera del Louvre
Esta velada se pone en marcha un mes después de que Emmanuel Macron anunciara el 'Nuevo Renacimiento del Louvre'. En 2017, el presidente francés celebró su victoria frente a la famosa pirámide del Museo. En 2025, prometió un proyecto de restauración y modernización del recinto, considerado ruinoso.
Mucho más que un museo, el Louvre es un símbolo de la influencia internacional de Francia, un escaparate tricolor que hay que mantener. Uno de los principales objetivos es aliviar la formación de colas de gente que trata de acceder a sus instalaciones.
El Louvre es el museo más frecuentado del mundo, con 9 millones de visitantes en 2024. Es decir, más de 30.000 personas al día. Se calcula que el proyecto previsto por el Palacio del Elíseo costará unos 750 millones de euros en diez años, de los cuales solamente una minoría sería financiada por el Estado. Con esta cifra, se necesitarán, sin duda, muchas 'grandes cenas y fiestas' bajo la pirámide para recaudar fondos a la altura de estos ambiciosos objetivos.
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