Belleza de primera clase: Prix Versailles elige las estaciones de tren más bonitas del mundo
El trayecto diario al trabajo puede ser una de las partes más deprimentes de la rutina de nueve a cinco, especialmente en estos oscuros meses de invierno, cuando se entra en una estación de tren o metro al amanecer y se sale al anochecer.
Pero su experiencia puede ser totalmente edificante si tiene la suerte de viajar por una de las seis estaciones coronadas como las más bellas del mundo por el prestigioso Prix Versailles.
Se trata de un codiciado galardón mundial de arquitectura y diseño, que distingue anualmente a edificios destacados en una amplia gama de sectores, desde restaurantes a museos o aeropuertos. En colaboración con la UNESCO, el premio pretende distinguir proyectos de excelencia arquitectónica a través de la innovación, la sostenibilidad y la buena integración con su entorno.
Tres estaciones de la Lista 2025 recibirán también el mes que viene la distinción adicional de un Título Mundial - Prix Versailles, Interior o Exterior. ¿Quiénes son los ganadores de este año? Entre miles de estaciones de todo el mundo, la Ceremonia Mundial del Prix Versailles ha premiado la belleza y el diseño, con una aparente inclinación hacia la modernidad.
Los siete magníficos
Estación de Gadigal, Sídney, Australia
Empezamos por la estación subterránea de Gadigal, en Sídney (Australia), ¡el primer metro de la ciudad! La belleza impacta enseguida con una enorme obra de arte justo a la entrada, un vívido mosaico de azulejos inspirado en los primeros túneles ferroviarios.
También cuenta con futuristas hileras de luces estroboscópicas en la pared. Y el nombre Gadigal es el mismo que el de los aborígenes que originalmente poseían el terreno, por lo que la estación pretende honrar también la historia de la ciudad. Calificada de "modernidad absoluta" en la declaración oficial del premio, la estación fue diseñada por Foster + Partners en colaboración con Cox Architecture.
Estación de Baiyun, Guangzhou (China)
A pesar de estar situada bajo el bullicioso distrito comercial, los diseñadores de Nikken Sekkei transformaron lo que podría haber sido un espacio aéreo vacío en un centro luminoso e interconectado de tiendas y oficinas. Hay un paseo circular bordeado de vegetación, que crea la sensación de un parque tridimensional.
Una pasarela peatonal circular de varios pisos conecta los andenes ferroviarios con los espacios comerciales y de oficinas circundantes, pero además está entretejida con jardines para crear un parque urbano tridimensional que riega y une a la comunidad local.
Riad, Arabia Saudí
Riad (Arabia Saudí) se ha asegurado no uno, sino dos puestos en la lista de este año. La primera es la estación KAFD, diseñada por la legendaria Zaha Hadid Architects, que combina un diseño futurista con formas inspiradas en la naturaleza.
Desde el punto de vista estético, su tejado ondulado y fluido hace referencia a las dunas del desierto. Desde el punto de vista práctico, es un centro clave del sistema de transporte sin conductor más largo del mundo, lo que la convierte en una obra futurista en toda regla.
La segunda estación finalista es la de Qasr Al Hokm. El estudio de arquitectura Snøhetta diseñó una marquesina cónica invertida que funciona como un periscopio para reflejar el movimiento de la ciudad y la luz en la estación. En el interior, el espacio está revestido de adobe, un guiño a las tradiciones arquitectónicas locales najdi, e incluye un exuberante jardín subterráneo.
La más bella de Europa
En Bélgica, la estación de Mons ha sido elegida por su bello diseño, obra de Santiago Calatrava.
Como es habitual en él, el edificio es suave y amplio, con una galería de acero blanco que recuerda un poco a una catedral. Conecta el centro histórico con los crecientes barrios modernos en un recorrido ininterrumpido de 165 metros.
Estación de Saint-Denis-Pleyel
Por último, y no por ello menos importante, en esta lista extremadamente selectiva hay dos estaciones en Francia. La estación de Saint-Denis-Pleyel fue diseñada por los arquitectos Kengo Kuma & Associates y cuenta con un espacio único, lleno de luz, que se eleva 35 metros de altura, con superficies de madera que contrastan con la norma industrial del acero y el hormigón.
Construida para unir tres barrios diferentes separados por vías de tren, la estación pretende servir de conector social que pronto recibirá una serie de estatuas de inspiración paleolítica.
Estación Villejuif-Gustave Roussy
Por último, la estación de Villejuif-Gustave Roussy, diseñada por Dominique Perrault. Esta estación juega con los reflejos y la luz, utilizando acabados metálicos de diversas texturas para deslumbrar a los viajeros en su vasto atrio cilíndrico. ¿Cómo? A través de un techo de cristal de 70 metros de ancho, que permite que el aire y la luz del día se sumerjan hasta los andenes, 50 metros bajo tierra.