Bienvenidos a la era de las reformas de vivienda carísimas y con plazos disparatados: estos son los motivos
El parqué cuesta 8.000 euros, la instalación de una viga de madera supera los 7.000 y el tubo de la chimenea asciende a 1.500 euros. Estas son solo algunas de las partidas de las que se queja amargamente María Piñeiro al analizar el presupuesto que acaba de recibir por reformar y ampliar una casa familiar añadiendo 45 metros en el municipio de Gondomar, en Pontevedra. “Pedimos cuatro presupuestos a empresas de la zona hace tres meses y solo hemos recibido uno. Las demás nos han dicho que están desbordadas o sus plazos de inicio de ejecución son en 2027 porque tienen demasiado trabajo contratado”, cuenta. El presupuesto supera los 3.000 euros el metro cuadrado “para un espacio que no tiene tabiques, ni baño, ni una gran complejidad técnica”, aunque se trata de una casa muy eficiente (passive house). “Después de dos años de tramitación de los permisos y con un presupuesto cerrado en la mano nos planteamos: ¿de verdad merece la pena?”, se lamenta Piñeiro.