Bruselas movilizará 3.000 millones de euros en 12 meses para reducir la dependencia de China en tierras raras
“El comercio está siendo usado como un arma”. La constatación sobria y sombría del comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic, no toma a nadie por sorpresa, pero le ha servido a la Comisión Europea para subrayar la importancia de que la UE blinde su seguridad económica, empezando por el acceso a las materias primas críticas esenciales para la industria más puntera del continente. En el mismo día en que los Veintisiete han acordado una desconexión acelerada de la dependencia del gas ruso antes de que acabe 2027, Bruselas plantea un programa similar para las materias críticas, de la que Europa es especial y peligrosamente dependiente de China. El proyecto incluye medidas que incentiven la producción de esos materiales en la UE y diversifiquen las compras a otros territorios que no sean el gigante asiático.
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