COP30: cómo Brasil es un pionero en el ambientalismo...incluso en su folclore

Quien aterrice a Belém durante la COP30, puede haberse encontrado en el aeropuerto un simpático muñeco animado. Es el Curupira, la mascota de la Conferencia sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas, un símbolo que Brasil, el país anfitrión, ha estampado en las bolsas con las que homenajea a los delegados del evento, pero también en camisetas, pins e incluso en los tótems publicitarios de la COP, que han sido colocados en diferentes puntos de la ciudad amazónica...