¿Qué europeos trabajan más horas? Los países de la UE con las jornadas laborales más cortas

Con el fin de las vacaciones de verano, millones de europeos regresan a sus puestos de trabajo. Pero, ¿dónde se trabaja más en el continente?
Según datos de Eurostat, en 2024 el 6,6% de los trabajadores de entre 20 y 64 años en la UE dedicó 49 horas o más semanales a su empleo principal, lo que se considera una jornada laboral larga. En contraste, la media europea se situó en 36 horas semanales el año pasado.
Pero la tendencia va a la baja: en 2019, la proporción de personas con jornadas largas era del 8,4%, y en 2014 llegaba casi al 10% (9,8%). La cifra más alta registrada se registró en 2005, cuando el 11,7% de las personas con empleo indicaron trabajar 49 horas o más a la semana.
Diferencias significativas por países
Detrás de esta cifra a escala de la UE se esconden sorprendentes discrepancias nacionales. Si sólo se tienen en cuenta los países de la UE, Grecia tenía el porcentaje más alto de personas que trabajaban 49 horas o más, con un 12,4%. Sin embargo, esta cifra también ha disminuido drásticamente desde principios de siglo, cuando era de casi el 20%.
Si se tienen en cuenta todos los países europeos, Islandia ocupa el primer lugar, con un 13,6% de personas en edad laboral que trabajan regularmente 49 horas o más a la semana. En el año 2000, esta cifra llegaba al 35%.
Tras Grecia, los países con mayor proporción de trabajadores que superan las 49 horas semanales son Chipre (10%) y Francia (9,9%). El grupo de cabeza en la UE lo completan Portugal (9,2%) y Bélgica (8,4%). Además, la tasa de jornadas largas se sitúa por encima de la media comunitaria en Austria, Irlanda, Italia, República Checa, Polonia y Suecia.
En el extremo opuesto, las cifras más bajas corresponden a Bulgaria, donde solo el 0,4% de los empleados declara trabajar tantas horas, así como a los países bálticos de Letonia (1,0%) y Lituania (1,4%).
Tasas más altas entre hombres, autónomos y directivos
Las estadísticas revelan que los hombres trabajan jornadas largas con mayor frecuencia que las mujeres. En el conjunto de la UE, el 9,3% de los trabajadores varones supera habitualmente las 49 horas semanales, frente al 3,6% de las mujeres.
La brecha es aún más acusada entre autónomos y asalariados. Más de una cuarta parte de los trabajadores por cuenta propia (27,5%) declaró dedicar al menos 49 horas a la semana a su actividad laboral principal, frente a apenas un 3,4% de los asalariados. Entre los autónomos con empleados, los pequeños empresarios, la cifra roza el 40%.
Por ocupaciones, las jornadas prolongadas son especialmente comunes en la agricultura, la silvicultura y la pesca, donde un 26,2% de los trabajadores por cuenta ajena trabaja más de 49 horas semanales. Entre los directivos, la proporción es también elevada: uno de cada cinco (21,2%) afirma hacerlo.
En términos de promedio semanal, la media europea se situó en 36 horas en 2023, aunque las diferencias nacionales son notables: desde las 32,1 horas de Países Bajos hasta las 39,8 de Grecia.
Los efectos de las jornadas largas en la salud
Aunque la proporción de europeos que trabajan jornadas excesivas ha ido disminuyendo en los últimos años, la cifra sigue siendo significativa, sobre todo si se tiene en cuenta el impacto que este hábito tiene sobre la salud.
Un estudio realizado en 2015 por el University College London (UCL) concluyó que quienes trabajaban más de 55 horas semanales tenían un 33% más de riesgo de sufrir un ictus en comparación con aquellos que cumplían entre 35 y 40 horas.
En la misma línea, un informe de 2021 de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) atribuyó a las largas jornadas laborales 745.000 muertes por ictus y enfermedades cardíacas en 2016, lo que representa un aumento del 29% desde el año 2000.
Los especialistas señalan que los efectos pueden ser directos, a través del estrés y la sobrecarga física y mental, o indirectos, ya que el exceso de horas resta tiempo al descanso, la vida personal y la práctica de hábitos saludables.
En la Unión Europea, la regulación intenta poner límites. La Directiva sobre el tiempo de trabajo, en vigor desde 2003, establece que la media máxima no puede superar las 48 horas semanales, incluidas las horas extraordinarias.
Las cifras y los estudios llegan en un momento de debate abierto sobre flexibilidad laboral, productividad y agotamiento, en el que varios países experimentan con la semana laboral reducida. Otros, sin embargo, siguen una vía opuesta: en 2023, Grecia aprobó una ley que permite a determinadas empresas implantar una semana laboral de seis días.
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