Los fabricantes italianos de pasta, en guardia ante los aranceles de Trump

Tras la tormenta comercial mundial desatada por la imposición arancelaria del presidente estadounidense, Donald Trump, los productores italianos de pasta afirman sentirse abandonados a su suerte.
El 4 de septiembre, el Departamento de Comercio estadounidense anunció aranceles preliminares del 91,74% sobre 13 marcas de pasta. De mantenerse, los aranceles entrarían en vigor en enero de 2026, lo que supondría un duro golpe para Italia, que exportó pasta a Estados Unidos por valor de casi 700 millones de euros en 2024.
"Es injusto, es una acción proteccionista de Estados Unidos contra la pasta italiana", declara ante 'Euronews' Margherita Mastromauro, presidenta de Unione Italiana Food, la mayor asociación de productores de alimentos de Italia. El asunto está provocando una creciente atención de la opinión pública italiana tras las denuncias del sector.
Ya en 1996, los productores de pasta estadounidenses acusaron a los fabricantes italianos de 'dumping', es decir, de vender sus exportaciones en el mercado estadounidense a precios inferiores a los italianos. Desde entonces, los productores de Italia han sido regularmente objeto de aranceles, pero nunca de la magnitud actual.
Sumados a los aranceles del 15% que se aplican ahora a las importaciones de la UE en EE.UU., la carga arancelaria total alcanzaría el 106,74% si se aplicara: una cifra que los fabricantes de pasta califican como una brutalidad.
"Necesitamos ayuda, porque gran parte de nuestras empresas están implicadas. Con un arancel tan alto, significa que todas estas empresas no exportarán hasta que se haga una nueva revisión", dice Mastromauro. Los productores italianos esperan que una hipotética revisión de las tarifas comerciales a finales de 2025 les traiga algo de alivio. Pero por ahora, el futuro sigue siendo incierto.
¿Puede la lucha de los fabricantes de pasta cambiar las cosas?
Los amos de la pasta más reconocida del mundo llevan desde septiembre luchando por que se levanten estos aranceles. Dos de ellas, las prestigiosas Garofalo y La Molisana, han emprendido acciones legales contra esta decisión.
El Gobierno italiano y la Comisión Europea han decidido intervenir. Sin embargo, el margen de maniobra sigue siendo limitado en lo que, según el presidente de Unione Italiana Food, es más un asunto "jurídico" que "político". El ministro italiano de Agricultura, Francesco Lollobrigida, denuncia "un mecanismo hiperproteccionista contra nuestros productores de pasta".
Mientra tanto, en Washington, los representantes italianos trabajan activamente para hacerse oír. El Ministerio de Asuntos Exteriores italiano ha calificado los aranceles de "desproporcionados" y se ha sumado a una demanda ante el Departamento de Comercio estadounidense como "parte interesada".
Por su parte, la Comisión, que en los últimos meses ha visto cómo se acumulan las disputas comerciales con EE.UU., se mantiene preparada. Bruselas y Washington mantienen canales diplomáticos al respecto de este asunto, cuya aplicación está siendo vigilada de cerca a ambos lados del Atlántico. No está claro si la pasta italiana se hará un hueco en la lista de demandas europeas, ya que la UE sigue negociando eliminar los aranceles estadounidenses del 50% sobre el acero comunitario.
Pero, ¿son ilegales estos aranceles extra para la pasta italiana?
Un funcionario de la UE admite a preguntas de 'Euronews' que, a diferencia de los aranceles unilaterales impuestos a otros productos de la UE, la acción 'antidumping' de Estados Unidos contra la pasta parece hacerse de forma tradicional, un mecanismo de defensa comercial permitido por la OMC.
"Estamos siguiendo de cerca el caso, y si hay fallos en la investigación, la cuestionaremos y plantearemos la cuestión a la OMC", explica el trabajador comunitario. De ser así, esto podría dar lugar a medidas de represalia por parte de la UE.
El Parlamento Europeo tampoco se ha quedado de brazos cruzados, a pesar de que, cuando se trata de asuntos comerciales, es la Comisión Europea la que tiene la competencia. El eurodiputado socialista e italiano Brando Benifei, que dirige la delegación parlamentaria para las relaciones con Estados Unidos, condena la acción estadounidense, considerándola "claramente discriminatoria".
"Esto tiene que solucionarse e instamos a la Comisión a que actúe en consecuencia", declara a 'Euronews'. Pero, ¿por qué apuntar a Italia? La pregunta surge, dado que la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, es conocida por sus buenas relaciones con Trump.
Otra fuente europea explica que este caso podría ser el resultado de una disputa entre el representante de Comercio de Estados Unidos y el departamento comercial de este país, los dos brazos principales de la Administración estadounidense en esta materia. Ambos han estado disputándose sus responsabilidades desde el regreso de Trump, y uno podría haber intentado superar al otro disparando contra la icónica pasta italiana.
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