Comer queso al menos una vez a la semana podría reducir en un 24% el riesgo de demencia
 
                        Comer queso al menos una vez a la semana podría hacer algo más que saciar el antojo de lácteos, también podría estar vinculado a un menor riesgo de desarrollar demencia, según un estudio reciente realizado en Japón.
Los investigadores analizaron datos de alrededor de 8.000 personas adultas de 65 años o más, comparando a quienes comían queso con regularidad con quienes rara vez o nunca lo consumían. Su objetivo era ver cómo el consumo de queso podría influir en la salud cognitiva en la vejez.
Los resultados, publicados en la revista 'Nutrients', sugieren que quienes comen queso de forma habitual presentaron un 24 % menos de probabilidades de desarrollar demencia durante un periodo de tres años en comparación con quienes no lo comen.
Al final del estudio, un 3,4 % de los consumidores de queso había sido diagnosticado de demencia, frente al 4,45 % de quienes no comían queso. Aunque la diferencia global es pequeña, apenas un 1,06 %, equivale a unos diez casos menos de demencia por cada 1.000 participantes.
El estudio empleó un emparejamiento estadístico para ajustar por factores como la edad, el sexo, el estado de salud y el nivel socioeconómico.
¿Por qué el queso es bueno para el cerebro?
Los expertos señalan varias posibles razones por las que el queso podría influir en la salud cerebral. Según el artículo, el queso "contiene proteínas y aminoácidos esenciales que apoyan el mantenimiento neuronal, así como vitaminas liposolubles como la K2, que desempeña un papel en la salud vascular y en la homeostasis del calcio".
También hay indicios de que los lácteos fermentados pueden influir en la inflamación y en el eje intestino-cerebro, vías que se consideran implicadas en el deterioro cognitivo. "Además, los lácteos fermentados se han asociado a menores riesgos de enfermedades cardiovasculares y metabólicas, ambas conocidas como factores de riesgo de demencia", añade el artículo.
Pero los investigadores advierten de que estos resultados no deben interpretarse como una prueba definitiva de que el queso previene la demencia. Se trata de un estudio observacional, muestra una asociación pero no puede confirmar causa y efecto. Otros factores del estilo de vida, la genética y el tipo de queso consumido también podrían influir.
Más de 50 millones de personas en todo el mundo vivían con demencia en 2021, y el Informe sobre la respuesta de salud pública a la demencia de la Organización Mundial de la Salud prevé que esta cifra podría más que triplicarse de aquí a 2050.
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