El socio ‘no equity’ gana terreno en los bufetes


Si algo define a los despachos de abogados es su estructura de negocio. Un modelo similar a un club privado en el que las decisiones estratégicas y los beneficios se reparten entre los socios que forman parte de ese selecto grupo. Pero algo está cambiando en el seno de los bufetes. La sociatura ya no parece un entorno elitista. Los perfiles más poderosos de la firma están haciendo hueco a los inversores de capital en sus sillones directivos. Y lo más novedoso, las firmas legales están abriendo la puerta a un perfil que, poco a poco, ha ganado terreno dentro del sector: el socio no equity, también conocido como socio asalariado. Ya forma parte de la sociatura en el 77% de los bufetes, según un reciente estudio publicado por la Universidad de Harvard.
Claves que debe tener en cuenta el bufete
Transparencia. Para que la figura del socio asalariado funcione bien en la estructura del bufete hay que ser transparente en la progresión de roles. Es vital explicar a los profesionales más prometedores por qué es importante ocupar el puesto de socio no equity antes de acceder al accionariado. “Es necesario aceptar a aquellos con potencial de ser socios de capital, aclarando que el rol de socio asalariado no es un obstáculo adicional sino un paso en su progresión”, explica el informe. Asimismo, también es clave definir bien el propósito del socio asalariado. “Hay que dejar muy claras sus funciones y gestionar bien las expectativas, para evitar frustraciones o la sensación de estar atrapado en un título sin futuro”, especifica el estudio.
Criterio de selección. A la hora de seleccionar a los perfiles, los bufetes deben establecer un criterio en el que las cualidades de los candidatos se asemejen a la de los socios de capital. Pero el informe detecta un problema: solo el 29% de las firmas usan los mismos criterios de selección para socios asalariados y socios de capital, frente al 71% de las firmas que emplean criterios distintos. Este escenario, subraya el análisis, “puede provocar desmotivación, frustración o incluso resentimiento si la situación se prolonga demasiado”, en el que algunos socios asalariados “se quedan atrapados en una especie de bahía de espera”, y sin una trayectoria clara hacia la sociatura de capital.
Clientes. Una de las condiciones más importantes de los bufetes es que los candidatos sean capaces de obtener una cartera de clientes. De hecho, prácticamente todos los encuestados (98%) esperan que sus socios asalariados construyan relaciones con los clientes. Este criterio es una de las cualidades que más evalúan los bufetes para acceder al accionariado. La razón es simple: si un socio no tiene clientes no genera beneficios, lo que disminuye su productividad y la facturación del negocio.
Rentabilidad. Las firmas deben evaluar si los candidatos a socios asalariados pueden desarrollar negocio y contribuir al crecimiento de la empresa. De lo contrario, estos profesionales “serán dilutivos y, a menos que haya una razón convincente para diluir las ganancias de la empresa, dichos candidatos no deben convertirse en socios”, señala el informe.
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