El declive de las abejas acelera y amenaza al planeta


Las abejas son esenciales para la preservación de los ecosistemas y la alimentación humana. Son los mayores polinizadores del planeta. Se conocen unas 20.000 especies, de las cuales 1.100 habitan en la península ibérica, una de las zonas de mayor biodiversidad de Europa. Sin embargo, la comunidad científica advierte sobre un preocupante declive en muchas de sus poblaciones, tanto en número de individuos como en su área de distribución.

Contexto climático incierto en la UE
Mientras en distintas regiones de Europa se multiplican las iniciativas para conservar la biodiversidad y frenar el colapso de los ecosistemas, las negociaciones sobre el futuro climático del continente se encuentran en un punto delicado. La propuesta de la Comisión Europea de reducir un 90% las emisiones de gases de efecto invernadero para 2040 –con respecto a los niveles de 1990–, enfrenta la oposición de varios de los principales países miembros, como Francia, Alemania, Italia y Polonia.
Estos países han expresado reservas por motivos económicos, industriales y estratégicos, argumentando que la transformación acelerada hacia una economía baja en carbono podría perjudicar la competitividad o poner en riesgo ciertos sectores. La falta de acuerdo ha obligado a posponer la votación del objetivo, prevista inicialmente para septiembre, y trasladarla a una cumbre de jefes de Estado en octubre.
Uno de los puntos más controvertidos es el uso de créditos de carbono internacionales, que permitirían compensar emisiones comprando derechos de contaminación en terceros países. Aunque para algunos Gobiernos esta opción representa una vía flexible para alcanzar los objetivos, otros actores la consideran un riesgo para la integridad medioambiental porque podría retrasar las medidas reales de descarbonización dentro del propio territorio europeo.
Esta falta de consenso en las políticas climáticas comunitarias genera una sensación de incertidumbre en sectores ya vulnerables, como el de la apicultura. Las abejas y otros polinizadores, fundamentales para el equilibrio ecológico y la seguridad alimentaria, ya sufren las consecuencias del cambio climático: eventos extremos, incendios forestales, pérdida de biodiversidad vegetal y desajustes entre floración y ciclos biológicos. Además, enfrentan otras amenazas como incendios, pérdida de hábitats y desequilibrios en la floración.La falta de consenso ha obligado a posponer la votación del objetivo, inicialmente prevista para septiembre, a una cumbre de líderes en octubre. El debate gira en torno a las implicaciones económicas, la competitividad industrial y el uso de créditos de carbono internacionales, una medida controvertida que podría restar efectividad a la acción climática real.
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