Los fondos de deuda reclaman y ganan a los bancos por haber eliminado las cláusulas suelo de las hipotecas
La batalla de las cláusulas suelo no solo es entre hipotecados y bancos, sino también entre estos últimos y los fondos de deuda que compraron estos créditos. Estos últimos reclaman por el dinero que han dejado de ganar debido a que las entidades financieras eliminaron las cláusulas suelo. Los intereses mínimos dejaron de ser del 5% —en los casos más extremos— para quedarse con la referencia fijada en el contrato: la más habitual era el euríbor a 12 meses, a la que se sumaba el diferencial correspondiente.
La ansiada retroactividad
El Supremo falló en mayo de 2013 que las cláusulas suelo eran abusivas por falta de transparencia y por tanto ilegales. Sin embargo, el alto tribunal limitó las devoluciones hasta esa fecha, lo que supuso un balón de oxígeno para la banca. Pero este escenario cambió tres años más tarde, cuando el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) echó por tierra la limitación de la retroactividad y devolvió la esperanza a los consumidores, que reaccionaron con una avalancha de demandas en los tribunales. De hecho, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) se vio obligado a implantar un plan de especialización de juzgados en esta materia para evitar que se agravara el atasco que ya vivían por entonces los órganos judiciales.
Como último recurso, la banca se aferró a la prescripción para no atender las peticiones de sus clientes, pero la máxima instancia judicial europea volvió a salir al rescate y su primer fallo se completó en los siguientes años con varias sentencias en las que aclaró que los cinco años para reclamar comienzan a correr cuando el consumidor obtiene una sentencia firme que declare nula dicha cláusula. Un criterio que ha sido asumido por el Tribunal Supremo español. Esto supuso que, en la práctica, muchos clientes bancarios que tenían dudas sobre si todavía podían exigir la devolución de lo pagado de más acudieran en los últimos años a los tribunales.
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