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Por qué Alemania, Italia y Japón siguen dependiendo de la disuasión nuclear estadounidense

• Mar 18, 2025, 12:14 AM
8 min de lecture
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Preocupados por la inestabilidad mundial, países de Europa y Asia están aumentando drásticamente su gasto militar en un intento de ser más autosuficientes. En un momento en que la implicación de Estados Unidos en el exterior parece estar disminuyendo bajo la presidencia de Donald Trump, algunos países temen que el enfoque de Washington de "Estados Unidos primero" pueda envalentonar las acciones de naciones como Rusia y China en otras partes del mundo.

Ante tal incertidumbre, Alemania, Italia y Japón se encuentran entre los que intentan reforzar sus capacidades de Defensa. Sin embargo, estos tres países, que formaron la alianza del Eje en la Segunda Guerra Mundial, se ven obstaculizados por su pasado, afirmó Raffaele Marchetti, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad LUISS de Roma.

"El objetivo de los tratados de paz de posguerra era eliminar el hegemonismo, el militarismo y el aventurerismo agresivo de la cultura de estos tres países". "Alemania, Italia y Japón se han convertido en las llamadas potencias civiles. Hoy en día, es realmente difícil que estos países adopten una mentalidad preparada para el combate", añadió.

Los expertos dijeron a 'Euronews' que estos países del G7, que son todos Estados no nucleares, seguirán dependiendo de Estados Unidos para la disuasión nuclear contra sus adversarios.

El plan alemán para reforzar su Ejército

La semana pasada, los democristianos alemanes (CDU) y los socialdemócratas (SPD) acordaron dejar de lado un freno constitucional a la deuda, lo que permitiría al país desbloquear cientos de miles de millones de euros para proyectos de Defensa e infraestructuras.

El gasto alemán en Defensa alcanzó el 2% del PIB, tres años después de que el Canciller saliente, Olaf Scholz, prometiera reforzar el Ejército con 100.000 millones de euros de inversión. Según un reciente informe Parlamentario alemán, las carencias del país en materia de Defensa son considerables. En él se sugería que el Bundeswehr, el Ejército alemán, necesitaría contratar a decenas de miles de militares de aquí a 2031.

Alemania también necesita modernizar su armamento, ya que gran parte de su equipamiento se ha deteriorado desde el final de la Guerra Fría. La comisión de presupuestos del Parlamento ha duplicado las compras previstas de sistemas de defensa antiaérea y carros de combate de última generación.

Cultura antimilitarista

A pesar de sus planes para aumentar su Ejército, Alemania sigue vinculada, al menos retóricamente, por décadas de antimilitarismo, según Jaques-Pierre Gougeon, director del Observatorio Alemán del 'think tank' IFRI, con sede en París. Tras el final de la Segunda Guerra Mundial, Alemania, dividida en Este y Oeste, tuvo que cumplir estrictas limitaciones militares.

Cuando Friedrich Merz, el político de centro-derecha que se espera suceda a Scholz como canciller, anunció recientemente su masivo plan de inversión militar, habló de 'teilnahme' (participación) con los aliados de su país. "Es una formulación deliberadamente elegida para hacer frente a una cultura construida sobre el antimilitarismo de los alemanes", dijo Gougeon, que consideró que el discurso de Merz iba dirigido más a un público interno que extranjero.

"El Bundeswehr (Ejército alemán) sólo puede crecer en un estricto contexto político europeo. Su rearme depende más de un esfuerzo financiero común de la UE", añadió. El presidente francés, Emmanuel Macron, ha hablado de la posibilidad de extender la disuasión nuclear de su país a Alemania y otros socios de la UE, que ayudarían financieramente a su ampliación.

Sin embargo, algunos europeos creen que el enfoque actual es mejor, a pesar de la amenaza de la administración Trump de reducir el papel que desempeña en la seguridad europea. "Un paraguas nuclear es mejor que dos, porque entonces no hay ambigüedad sobre qué paraguas nuclear te está protegiendo", dijo Tobias Cremer, un socialdemócrata alemán que forma parte de la recién creada Comisión de Seguridad y Defensa del Parlamento Europeo.

"Tenemos un plan A, este plan ha funcionado durante 80 años, y tanto a nosotros como a Estados Unidos nos interesa que este plan A, que es la disuasión nuclear de la OTAN, siga en pie", afirmó. Según Cremer, "la UE no debe sustituir al pilar europeo de la OTAN, pero ambos deben colaborar muy, muy estrechamente".

Italia y una preocupación compartida

Italia comparte con Alemania la preocupación de que Estados Unidos reduzca su papel militar en Europa. Actualmente hay unas 120 instalaciones estadounidenses y de la OTAN en Italia. El gasto en Defensa de Roma se sitúa por debajo del de Alemania en porcentaje de su economía. Actualmente, Italia destina el 1,59% de su PIB a sus fuerzas armadas, muy por debajo del nivel que Trump desea que gasten los miembros de la OTAN.

Como parte de las mejoras previstas, el fabricante italiano de armamento Leonardo ha llegado a un acuerdo con su homólogo alemán Rheinmetall para producir un tanque pesado común. Italia, Japón y el Reino Unido también están planeando la producción de un avión de guerra de sexta generación. La empresa conjunta estará dirigida por la británica BAE System, la italiana Leonardo y la japonesa Aircraft Industrial Enhancement Co.

En cuanto a la disuasión nuclear, Italia, al igual que Alemania, debe confiar en la protección nuclear estadounidense, afirmó Marchetti, de la Universidad LUISS de Roma. "Tener más autonomía estratégica europea no significa deshacerse del refugio nuclear estadounidense", explicó.

Japón y su díscola vecindad

El Gobierno japonés ha declarado recientemente que aumentará el gasto militar del 1,6% al 2% del PIB para 2027. Un área que Tokio, que tiene como vecinos a China, Rusia y Corea del Norte, planea mejorar es la de sus sistemas de defensa antiaérea. La presencia militar de EE.UU. en Japón sigue siendo crucial, con más de 50.000 soldados estadounidenses estacionados allí, incluida la isla de Okinawa.

La disuasión nuclear estadounidense es la espina dorsal del sistema de seguridad japonés, ya que su población es fuertemente antinuclear debido a los traumas pasados de los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki.

Japón no se beneficia de una Defensa colectiva como en Europa, ya que la región Indo-Pacífica es más frágil política y militarmente, a pesar de la intensa interdependencia económica, según Silvia Menegazzi, fundadora del Centro de Estudios sobre la China Contemporánea. "Para su seguridad, Japón necesita imperiosamente la protección de Estados Unidos, y por eso la OTAN ha aumentado sus asociaciones en la región Indo-Pacífica", afirmó.