Miles de personas protestan contra la detención del alcalde de Estambul, considerado un rival clave de Erdogan

Miles de manifestantes salieron a las calles de Estambul tras la detención el jueves del alcalde de la ciudad, Ekrem Imamoglu. El opositor es considerado un rival clave del presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan. Varias carreteras sufrieron cortes, se restringieron algunas plataformas de redes sociales y las autoridades prohibieron además las manifestaciones durante cuatro días en un intento de frustrar las protestas.
Pero, a pesar de la prohibición, muchos manifestantes se congregaron frente a la sede de la Policía de Estambul, el Ayuntamiento y el edificio del Partido Republicano Popular (CHP) de Imamoglu.
Un manifestante calificó la detención de "ilegal" e "infundada", y agregó: "Esto no es democracia. Es una farsa de democracia. El pueblo no se merece esto. Estamos disgustados, por supuesto. Como seres humanos, estamos disgustados".
La Policía antidisturbios bloqueó las carreteras que conducen al Departamento de Seguridad de Vatan, adonde fue trasladado el alcalde tras su detención. Imamoglu es un popular líder de la oposición y el principal rival del presidente Recep Tayyip Erdogan. Un total de 100 personas, entre ellas el alcalde y otras personalidades, fueron detenidas.
Imamoglu y sus ayudantes fueron detenidos en el marco de una investigación judicial por presunta corrupción, incluyendo extorsión y fraude, y por supuesta "colaboración con grupos terroristas", en referencia al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), un grupo ilegalizado clasificado como organización terrorista por Ankara, Washington y otros aliados turcos.
La detención de Imamoglu se produce en medio de una ofensiva más amplia contra figuras de la oposición, que los críticos con Ankara ven como una persecución con motivaciones políticas, en un intento de silenciar la disidencia. Un día antes, la Universidad de Estambul revocó la licenciatura del alcalde, un requisito para presentarse a las elecciones según la legislación turca.
En una rueda de prensa celebrada el miércoles, el líder del Partido Republicano del Pueblo (CHP), Ozgur Ozel, se sumó a las críticas afirmando que Erdogan, que el año pasado sufrió importantes derrotas en las elecciones locales, tenía como objetivo a Imamoglu porque temía perder ante él en las urnas. Ozel también acusó a las autoridades de "intento de golpe de Estado", al tiempo que declaró: "Pueden hacer cualquier mal. Estamos preparados para cualquier mal que puedan hacer. Porque está claro que no se trata de una lucha política, sino de la existencia o no existencia del país", añadió.
El ministro turco de Justicia, Yilmaz Tunc, rebatió las acusaciones y recordó que los tribunales actúan con independencia. "Caracterizar las investigaciones llevadas a cabo por un poder judicial imparcial e independiente como algo parecido a un golpe de Estado, o utilizar términos similares, es extremadamente peligroso e incorrecto", declaró Tunc.
El ministro de Justicia subrayó que el poder judicial "no recibe instrucciones de nadie", y añadió: "Vincular las investigaciones y los casos iniciados por el Poder Judicial con nuestro presidente es, en el mejor de los casos, presuntuoso e inapropiado. La separación de poderes entre el legislativo, el ejecutivo y el judicial es esencial en nuestro país".
Von der Leyen recuerda a Turquía su obligación de defender la democracia
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, expresó su profunda preocupación por la detención de Imamoglu y recordó a Turquía su obligación de defender los valores democráticos.
"Turquía es un país candidato a la UE y debe defender los valores democráticos, especialmente los derechos de los cargos electos", declaró Von der Leyen a la prensa en Bruselas. "Queremos que Turquía siga anclada a Europa, pero esto requiere un compromiso claro con las normas y prácticas democráticas, y es clave que Turquía respete estos principios fundamentales", añadió.
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