Los rebeldes del M23 se retiran de las conversaciones de paz con la RDC por las sanciones de la UE

Los rebeldes del M23, apoyados por Ruanda, anunciaron el lunes que se retiran de las conversaciones de paz con el Gobierno de la República Democrática del Congo, RDC, alegando que las sanciones internacionales impuestas contra sus miembros obstaculizan el diálogo.
Las conversaciones, previstas este martes en Luanda, capital de Angola, "se han vuelto impracticables" tras la decisión de la Unión Europea de imponer sanciones a varios líderes del M23, declaró en un comunicado el portavoz del grupo, Lawrence Kanyuka.
"Además, las actuales operaciones militares del Ejército congoleño en la región afectada por el conflicto socavan aún más la posibilidad de entablar conversaciones de paz", afirmó Kanyuka. "En consecuencia, nuestra organización no puede seguir participando en las conversaciones", añadió.
A pesar de haber rechazado previamente las negociaciones directas, el Gobierno de la RDC confirmó su participación en las conversaciones de paz. Delegaciones de ambas partes llegaron a Luanda para entablar el diálogo, en el que las autoridades de Angola van a actuar como agente mediador. El conflicto ha provocado una de las peores crisis humanitarias en la región, con más de 7 millones de desplazados.
Sanciones internacionales con consecuencias diplomáticas
La Unión Europea impuso el lunes sanciones a cinco ciudadanos ruandeses, entre ellos el comandante de las Fuerzas Especiales de Ruanda desplegadas en el este de la República Democrática del Congo. Además, la UE sancionó a cuatro congoleños, entre ellos el líder político del M23, Bertrand Bisimwa, y tres altos mandos rebeldes.
También se incluyó en la lista la Refinería de Oro de Gasabo, en Ruanda, a la que la UE acusa de facilitar la "extracción y el tráfico ilegales de recursos naturales" del este de la RDC. El oro y otros minerales estratégicos de la región son componentes clave en la fabricación de teléfonos inteligentes y ordenadores. El año pasado, la ONU informó de que el M23 generaba unos 300.000 dólares estadounidenses (alrededor de 274.000 euros) al mes gracias a su control de una zona minera en el este de la RDC.
Además, en medio de la creciente presión internacional, Ruanda rompió el lunes sus lazos diplomáticos con Bélgica, ordenando a todos los diplomáticos belgas que abandonaran el país. La medida se produce un mes después de que Bruselas suspendiera la ayuda al desarrollo a Ruanda. El presidente ruandés, Paul Kagame, ha acusado a Bélgica de intentar destruir su país.
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