Líbano pide al Ejército que prepare un plan para desarmar a Hezbolá antes de fin de año

El Gobierno libanés ha encargado al Ejército la elaboración de un plan para garantizar que sólo las instituciones estatales posean armas antes de finales de año, una medida que pretende desarmar al grupo militante Hezbolá, respaldado por Irán.
El anuncio del primer ministro libanés, Nawaf Salam, se produjo tras una reunión de casi seis horas del Gabinete. Dijo que el Gobierno había pedido al Ejército que tuviera el plan preparado para finales de mes para su discusión y aprobación. Tras la reunión, Salam habló del "deber del Estado de monopolizar la posesión de armas", informó la Agencia Nacional de Noticias (ANN) estatal libanesa.
Decisiones tras la presión de Washington
La decisión se produce tras la enorme presión ejercida por Washington sobre Beirut para que desarme a Hezbolá, incluida una visita en julio del enviado estadounidense Tom Barrack, que pidió una política más decidida.
Sin embargo, mientras el Gabinete se reunía el martes por la tarde, el líder de Hezbolá, Naim Kassem, rechazó los llamamientos a que su grupo entregara las armas. "No podemos aceptar ningún calendario de implementación impuesto bajo agresión israelí", declaró durante un discurso televisado.
"La discusión se ha reducido a la entrega de armas, sin que se garantice la seguridad nacional. ¿Cómo puede aceptarse algo así? Nosotros no lo aceptamos, porque nos consideramos un pilar fundamental del Líbano".
Hezbolá ha quedado gravemente debilitado por un conflicto de 14 meses con Israel que terminó en noviembre con un alto el fuego mediado por Estados Unidos. Varios dirigentes del grupo murieron en las hostilidades, miles de sus combatientes perdieron la vida y gran parte de su armamento quedó destruido.
Hezbolá advierte a Israel
La semana pasada, el presidente libanés, Joseph Aoun, reiteró sus llamamientos a Hezbolá para que entregara sus armas, lo que enfureció a los dirigentes del grupo. Desde el alto el fuego, Hezbolá ha dicho que no discutirá sobre el desarme hasta que Israel se retire de las cinco colinas que controla dentro de Líbano, y detenga los ataques aéreos casi diarios que han matado o herido a cientos de personas, la mayoría de ellos miembros del grupo militante.
Israel ha acusado a Hezbolá de intentar reconstruir sus capacidades militares. El Ejército israelí ha afirmado que las cinco colinas del Líbano sirven de miradores o están situadas frente a comunidades del norte de Israel, donde unos 60.000 israelíes fueron desplazados por el conflicto.
Las armas de Hezbolá dividen a la sociedad libanesa
Hezbolá ha reivindicado la autoría de un ataque en una zona en disputa a lo largo de la frontera desde el alto el fuego. En su discurso, Kassem afirmó que Hezbolá tomaría represalias si Israel reanudaba una guerra más amplia contra Líbano.
"A Israel no le interesa ampliar la agresión, porque si la amplían, la resistencia se defenderá, el Ejército se defenderá y el pueblo se defenderá", afirmó Kassem. "Esta defensa provocará la caída de misiles dentro de Israel".
Kassem también dijo que Hezbolá rechaza una votación del Gobierno sobre la deposición de sus armas, subrayando que tal decisión debe ser respaldada unánimemente por todos los libaneses. Las armas de Hezbolá son un tema divisorio. El grupo sigue contando con un importante apoyo entre la comunidad musulmana chií, pero algunos sectores piden su desarme.
El conflicto entre Israel y Hezbolá comenzó un día después del atentado perpetrado por Hamás el 7 de octubre de 2023, que desencadenó la guerra en Gaza. Las autoridades libanesas han dicho que al menos 4.000 personas murieron en las hostilidades, aunque no han distinguido entre combatientes y civiles.
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