El primer ministro francés busca un compromiso sobre el polémico plan presupuestario para 2025
Siete diputados y siete senadores franceses se reunieron a puerta cerrada este jueves en París para negociar el proyecto final del plan presupuestario de Francia para 2025. Sin embargo, incluso si lo consiguen, la adopción del plan por el Parlamento francés no puede darse por sentada. El resultado de las conversaciones promete ser decisivo para el futuro del recién nombrado primer ministro François Bayrou y de su Gobierno.
¿Quién participa en las negociaciones y qué está en juego?
La comisión parlamentaria cuenta con ocho representantes del bando presidencial, mientras que la izquierda solamente tiene cuatro. Un número lejano de la mayoría, pero suficiente para inclinar la balanza si estos políticos deciden votar en contra del proyecto la semana que viene. El partido de extrema derecha, Agrupación Nacional (RN), está representado por dos cargos electos.
El primer ministro, François Bayrou, pretende recortar 32.000 millones de euros del presupuesto para reducir el déficit público del país, que se estima en un 5,3% del PIB en 2025.
En 2024, el déficit público de Francia era de aproximadamente el 6,1% de su PIB. Actualmente, el país está sometido a presiones por exceso de gasto, ya que las normas fiscales de la UE exigen que cada Estado miembro mantenga su déficit por debajo del 3% del PIB.
Durante el transcurso de las conversaciones, todas las miradas están puestas en el Partido Socialista (PS), ya que las tensiones siguen siendo elevadas entre todas las formaciones políticas. Sus representantes han amenazado con activar la moción de censura si no obtienen concesiones adicionales. Así, en un último esfuerzo por atraer a la izquierda a sus planes, François Bayrou aceptó no suprimir 4.000 puestos de trabajo en el sector de la enseñanza pública.
Sin embargo, las negociaciones se agriaron el lunes, después de que el primer ministro dijera a una medio de comunicación de Francia que algunos ciudadanos del país se sentían "sumergidos" por la inmigración. El comentario provocó la indignación de los socialistas, que suspendieron brevemente las negociaciones el martes.
¿Está el artículo 49.3 en ciernes?
La semana que viene, el proyecto de ley pasará a la Cámara Baja, donde podría desencadenar una posible moción de censura. Una cosa parece segura: el partido de extrema izquierda, Francia Insumisa (LFI), votará en contra. La gran incógnita sigue siendo qué otras formaciones políticas seguirá los pasos de LFI.
El Gobierno de Bayrou cuenta con la abstención de los socialistas, y posiblemente de la extrema derecha, para que se apruebe el proyecto de ley. Sin embargo, dadas las tensiones entre los diferentes grupos políticos, nada está garantizado.
Lo más probable es que la comisión parlamentaria llegue a un acuerdo, lo que abriría la puerta a una votación sobre el presupuesto el lunes en la Cámara Baja. Si la extrema derecha y la izquierda votaran en contra, Bayrou podría recurrir al controvertido artículo 49.3 de la Constitución francesa para aprobar el presupuesto sin el voto de los diputados. Sin embargo, esto expondría al Gobierno a otra moción de censura.
En diciembre de 2024, el ex primer ministro, Michel Barnier, fue derrocado por la izquierda y la extrema derecha después de intentar que se aprobara el presupuesto de la seguridad social utilizando este poder institucional.
Francia se encuentra en un callejón sin salida en el aspecto político desde que el presidente Emmanuel Macron disolviera abruptamente la Cámara Baja tras la derrota de su partido en las elecciones europeas de junio de 2024. Este estado de parálisis política podría seguir sin resolverse hasta junio, cuando Macron puede convocar, constitucionalmente, nuevas elecciones.
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